La comunidad cubana en Estados Unidos está de luto tras la repentina muerte de Yasira Marín, una joven cienfueguera cuya vida quedó truncada en un accidente de tránsito que además dejó huérfano a su pequeño hijo.
Aunque las autoridades aún no han revelado los detalles exactos del siniestro, allegados aseguran que la joven viajaba en motocicleta cuando fue impactada por un camión de correos, un hecho que ha causado gran conmoción entre familiares y amigos.
Para enfrentar los elevados gastos funerarios, su hermana Anasleidy Marín lanzó una campaña en GoFundMe que, hasta ahora, ha reunido más de 5,000 dólares de un objetivo de 5,500. En la página, la familia expresó su dolor y necesidad de apoyo: “Queremos darle una despedida digna y honrar su memoria como ella se merece. Les pedimos de todo corazón su ayuda para acompañar a su hijo en este camino tan duro que le ha tocado vivir”.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de dolor e incredulidad. Amigos y conocidos describen a Yasira como una joven alegre y llena de vida, cuya partida ha dejado un vacío enorme. Su madre, Rafaela Héctor, exbailarina del hotel Jagua en Cienfuegos, recibe el golpe más duro, sumida en una tristeza que sacude a toda la comunidad.
En Cienfuegos, la noticia ha sido especialmente dolorosa, pues muchos recuerdan que Yasira se había marchado en busca de un futuro mejor, un sueño que la tragedia apagó de golpe. “No me lo creo todavía, Yasira. Son tantos recuerdos y tantos momentos”, escribió una amiga. Otra añadió entre lágrimas virtuales: “Mi amiga de infancia… qué dolor tan grande. ¿Por qué la vida te llevó tan pronto?”.
La muerte de Yasira es un recordatorio de cómo los accidentes de tránsito afectan profundamente a la diáspora cubana, dejando familias desoladas y forzadas a organizarse para enfrentar gastos que en la Isla serían imposibles de cubrir. Entre campañas solidarias y mensajes de apoyo, la comunidad vuelve a demostrar que, en medio del dolor, la unión sigue siendo la tabla de salvación.