En pleno corazón del Vedado, en La Habana, se ha destapado otra historia que indigna a cualquiera que ame a los animales. La organización protectora Bienestar Animal Cuba (BAC-Habana) denunció que un perrito joven lleva varios días atrapado en el techo de una vivienda en 23 y H. El problema no es solo que esté en un sitio tan extraño para un animal, sino que permanece ahí sin agua, sin sombra y totalmente expuesto al sol abrasador y a la lluvia.
Los vecinos que han visto la escena aseguran que el pobre perrito pasa las horas caminando de un lado a otro, desesperado, como buscando cómo bajar de allí. Una imagen dolorosa que refleja no solo abandono, sino también negligencia y crueldad. 😔
📣 «La indiferencia también mata», recuerda BAC-Habana
En un comunicado publicado en su página de Facebook, la organización no solo compartió la denuncia, sino que también hizo un llamado a la colaboración ciudadana. El objetivo: identificar a los responsables y lograr que el animal reciba la atención y los cuidados que merece.
“Es un acto inhumano condenar a un ser vivo a pasar sus días y noches en esas condiciones”, denunciaron, exigiendo respeto y compasión hacia quienes no pueden defenderse por sí mismos.
🐾 No es un caso aislado: el maltrato animal sigue en Cuba
Lo más triste de todo es que este no es un hecho puntual. Lamentablemente, el abandono y maltrato hacia los animales en Cuba es pan de cada día. No hace mucho, en otro barrio habanero, se denunció a un perro que pasaba las 24 horas encadenado en una terraza, también sin agua ni refugio.
Y si miramos hacia atrás, la lista de casos se vuelve interminable: desde la perra rescatada en 2019 de un edificio en peligro de derrumbe en Centro Habana, hasta la reciente perrita que quedó sola en una azotea después de que falleciera su dueño. Cada historia es un recordatorio de que el maltrato animal en Cuba es un problema estructural que no termina de resolverse.
⚖️ Una ley que no se cumple
En 2021 entró en vigor la tan esperada Ley de Bienestar Animal en Cuba, que en teoría debía proteger a las mascotas y garantizar sanciones para quienes las maltratan. Pero en la práctica, como lo demuestra el caso de este perrito del Vedado, los mecanismos de supervisión y castigo no funcionan.
La consecuencia es clara: los animales siguen siendo víctimas de abandono y crueldad, mientras las organizaciones y ciudadanos cargan con la responsabilidad de denunciar y rescatar a los afectados.
🙏 Un llamado a no mirar hacia otro lado
BAC-Habana lo dijo alto y claro: la indiferencia también mata. Cada denuncia, cada cartel pegado en un poste y cada publicación en redes sociales puede significar la diferencia entre la vida y la muerte para un animal vulnerable.
El caso del perrito del Vedado es una alarma más, un recordatorio de que todavía queda mucho por hacer. Porque el amor hacia los animales se demuestra con acciones, no con indiferencia.