La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) volvió a ganarse la antipatía de muchos cubanos con un mensaje que suena a burla en medio de los interminables apagones. Este miércoles, la empresa estatal felicitó a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en su 65 aniversario, asegurando que ellas son “las que encienden la chispa” y “el motor del progreso”, justo cuando el país se apaga por cortes eléctricos de hasta 30 horas seguidas.
En un post en Facebook, Yurisnay Febles Abreu, directivo de la Empresa Termoeléctrica de Cienfuegos, soltó una frase que muchos calificaron de irónica: “Para las mujeres que iluminan nuestro mundo, no solo con la energía que fluye por los cables, sino con la fuerza de su talento, la brillantez de sus ideas y la calidez de su dedicación. Ustedes son las auténticas conductoras del progreso, las que encienden la chispa de la innovación y nos guían hacia un futuro más brillante. Felicidades”.
Mientras tanto, Díaz-Canel también se montó en la ola de felicitaciones, sin tocar ni de lejos la realidad que enfrentan las cubanas. En su cuenta de X, antes Twitter, dijo que “cuando hablo de resistencia creativa pienso en la mujer cubana. Por su generosa entrega a la obra común, sonriendo en la dificultad y cantando en el triunfo. Felicidades, queridas compañeras, por esta revolución dentro de la Revolución que ustedes protagonizan”. Palabras huecas para quienes viven en carne propia la crisis.
La ironía de estas felicitaciones es brutal. Llegan en un momento en que la isla sufre apagones interminables, escasez de alimentos y medicamentos, y una precariedad que golpea con más fuerza a las madres y familias.
En redes sociales, el colectivo camagüeyano Enlavozdeellas retrató la verdadera realidad en un testimonio viral: “Ser madre en Cuba duele”. El texto describe cómo la maternidad se convierte en una batalla diaria entre apagones, colas eternas y farmacias vacías.
“Duele cuando pasan 20 horas sin corriente y las 4 que sí tienes apenas alcanzan para cocinar, lavar, planchar. En la farmacia no hay ni una tirita, no hay antibióticos, no hay termómetro, no hay nada”, recoge el relato, que también denuncia el miedo a reclamar por temor a represalias.
El deterioro económico llega a niveles extremos. Food Monitor Program reveló que el costo de la canasta básica para una pareja adulta ya ronda los 40,000 pesos mensuales, mientras el salario promedio apenas alcanza para sobrevivir.