Estados Unidos acaba de soltar una bomba en el mundo del transporte: se suspende la emisión de visas de trabajo para camioneros extranjeros. La noticia encendió alarmas en el sector, pero, si miramos de cerca, parece que el golpe no es tanto económico como político. Porque sí, la inmigración vuelve a estar en el centro del debate, y esta vez la excusa es la seguridad en las carreteras.
El anuncio lo lanzó nada menos que el secretario de Estado, Marco Rubio, con un mensaje breve y contundente en X (antes Twitter). Según él, los camioneros extranjeros “ponen en peligro vidas estadounidenses y afectan los empleos de los locales”. En pocas palabras: seguridad vial y protección de la fuerza laboral nacional. Pero detrás de esas frases bonitas, muchos creen que la jugada tiene más que ver con votos que con choques en carretera.
¿Y de dónde salió todo esto? Pues de un accidente trágico en Florida. Un conductor indio, que vivía ilegalmente en EE.UU., estuvo involucrado en un siniestro que costó la vida a tres personas. El caso se convirtió en munición política: unos culpan a California por haberle dado licencia pese a su estatus migratorio, mientras que otros señalan a DeSantis por aprovechar la desgracia para su campaña. Ya ves, la tragedia se transformó en guerra partidista.
📌 ¿Qué visas están en pausa?
La suspensión toca principalmente tres tipos:
- H-2B: para trabajadores temporales. Apenas 1,500 camioneros entraron con esta visa el último año.
- E-2: enfocada en inversionistas extranjeros.
- EB-3: pensada para profesionales calificados de distintas áreas.
Eso sí, si eres chofer mexicano o canadiense que cruza con visa B-1, puedes respirar tranquilo. Tu situación no cambia, y asociaciones como la de transportistas de Laredo lo celebraron porque temían un apagón en el tráfico fronterizo.
🚦 Seguridad o excusa política
Este movimiento no viene solo. Desde junio, todo camionero comercial debe demostrar que sabe inglés para manejar en EE.UU. La razón: evitar accidentes por no entender las señales. Algunos lo ven como una mejora lógica, pero otros sospechan que es parte de la narrativa para reducir la entrada de choferes extranjeros.
De un lado, asociaciones de transportistas locales aplauden la medida y aseguran que no hay tal “escasez de camioneros”, sino empresas que quieren pagar menos. Del otro, abogados de inmigración y críticos políticos dicen que esto es puro teatro para generar miedo y apuntalar la agenda antimigratoria.
🚚 ¿Qué puede pasar ahora?
Aunque la suspensión apenas toca a unos miles de camioneros en comparación con los 3.5 millones que hay en el país, el sector del transporte ya anda cojeando: déficit de choferes, retrasos en las entregas y cadenas de suministro frágiles. Recordemos que en 2024 se aprobaron 64,000 visas H-2B adicionales justamente para cubrir vacantes. Si el flujo se corta, podríamos ver precios más altos y tiempos de espera más largos.
En conclusión, más que una solución de seguridad, esta suspensión parece ser una carta política lanzada justo cuando la campaña electoral se calienta. Y la gran pregunta queda flotando: ¿es realmente una medida para proteger vidas o solo otro capítulo de la eterna novela antimigrante?