Lo que debía ser una tarde cualquiera en Las Guásimas, municipio Arroyo Naranjo, terminó convirtiéndose en una escena de película. Un lujoso Hyundai Palisade, uno de los autos más modernos que circulan en Cuba, chocó violentamente contra una motocicleta, dejando al motorista herido y generando un verdadero revuelo en la zona.
De acuerdo con lo que contaron testigos y lo que se compartió en redes sociales, todo sucedió porque el chofer del Hyundai aparentemente no respetó una señal de “Pare” e impactó de frente contra la moto que iba por la vía principal. Un descuido fatal que no solo dejó destrozos materiales, sino también la preocupación de todo un barrio.
Las imágenes publicadas en Facebook por el usuario Alexander Ríos Cruz hablan por sí solas: la camioneta quedó con la parte delantera completamente destruida, mientras que la moto yacía en el asfalto hecha pedazos. Restos plásticos y metálicos de ambos vehículos quedaron regados en plena calle, dejando claro que el golpe fue fuerte.
Como suele ocurrir en estos casos, en cuestión de minutos se aglomeró una multitud de vecinos alrededor del accidente. Algunos curiosos, otros dispuestos a ayudar al motorista herido, cuyo estado de salud aún no se conoce con certeza. Hasta ahora, no hay reportes oficiales sobre su identidad ni detalles médicos.
Pero más allá de este caso en particular, lo cierto es que en Cuba las motos y ciclomotores se han convertido en protagonistas de la mayoría de accidentes de tránsito. Un reciente informe de la PNR lo dejó bien claro: cada vez hay más incidentes con estos vehículos, y lo preocupante es que muchos son conducidos por personas sin licencia… incluso menores de edad.
Y claro, si a eso le sumamos el mal estado de las calles, la falta de señalización y el hecho de que cada vez circulan más autos modernos y potentes como el Hyundai Palisade, el cóctel es explosivo. Un simple descuido puede convertirse en tragedia.
Este choque en Las Guásimas no es un caso aislado. En los últimos meses, La Habana ha sido escenario de múltiples accidentes similares que dejan al descubierto un problema serio de seguridad vial. Desde choques entre almendrones y autos modernos hasta colisiones que involucran vehículos diplomáticos o militares, las calles de la capital parecen una ruleta rusa para conductores y peatones.
Al final, lo que este accidente nos recuerda es que el tránsito en Cuba necesita con urgencia mejores condiciones y mayor control. Porque cuando se combina la falta de infraestructura, la imprudencia y el cansancio, las consecuencias son inevitables.
