En un país donde todavía pesan los prejuicios y los silencios, un joven cubano decidió abrir su corazón al mundo. Se trata de Harold González, de 26 años, quien sorprendió a sus seguidores en Instagram al compartir cómo dio uno de los pasos más importantes de su vida: salir del clóset. Su testimonio se volvió viral porque está cargado de valentía, sinceridad y, sobre todo, esperanza.
Harold contó en un video que durante años vivió ocultando su verdad. Inventaba excusas para que su familia no descubriera sus relaciones, decía que estaba de fiesta con amigos cuando en realidad pasaba la noche con su pareja. Pero un día conoció a alguien que le cambió la vida. “Un chico que me hizo sentir en paz, feliz, libre”, confesó. Fue entonces cuando decidió que ya no quería esconderse más.
La primera persona en enterarse fue su madre. Y no hubo discursos largos ni justificaciones: simplemente le dijo con seguridad: “Mamá, mañana voy con mi novio a la casa”. Ese gesto marcó un antes y un después en su vida. Luego vinieron su padre, sus hermanos y sus amistades. Hubo caras de sorpresa, preguntas y hasta silencios incómodos. Pero, contra todo pronóstico, también encontró apoyo, cariño y la certeza de que no estaba solo.
En su testimonio, Harold confesó que lo más duro no fue enfrentar a los demás, sino enfrentarse a sí mismo. “Lo más difícil era vivir con el miedo al qué dirán. Pero entendí algo muy poderoso: nada es más fuerte que yo”, afirmó con convicción. Y esa frase se ha convertido en un mensaje de fuerza para muchos jóvenes que lo siguen.
Su historia no es la primera en mover corazones. Hace unos años, otros testimonios en la región, como el del mexicano Alejandro Rodríguez o el del youtuber cubano Pollito Tropical, también rompieron barreras y dejaron claro que salir del clóset es un acto de liberación. En Cuba, sin embargo, hablar de diversidad sexual sigue siendo un reto. No olvidemos que hace apenas unas décadas miles de homosexuales fueron enviados a las tristemente célebres UMAP, campos de trabajo forzado.
Aunque en 2022 se aprobó el Código de las Familias, que reconoce el matrimonio igualitario y otros derechos, la realidad en la isla aún está atravesada por el machismo, los prejuicios y la falta de aceptación en muchos espacios. Y ahí es donde historias como la de Harold se vuelven tan necesarias: porque le ponen rostro y voz a una generación que ya no quiere vivir en silencio.
Su mensaje final fue directo, sencillo y poderoso: “Si te sientes identificado con este video, quiero decirte que no estás solo. Vas a salir, y cuando lo hagas, serás más fuerte”.
Y quizás esa sea la verdadera enseñanza: que el amor y la autenticidad, incluso en medio de las adversidades, siempre encuentran la manera de brillar.