Cuando un cubano se pone a hablar de su vida en la isla, siempre salen recuerdos de la infancia, las carencias y también las anécdotas que mezclan tristeza con humor. Pues bien, un cubano radicado en Estados Unidos decidió contar en redes sociales lo que menos extraña de Cuba y, para sorpresa de nadie, su confesión desató un festival de comentarios entre otros compatriotas.
En un video que subió a Instagram, el usuario @cubanito_37_kc se sinceró entre risas: “Yo de hecho no extraño nada de Cuba”. Así, sin rodeos. Y después soltó lo que muchos pensaban: lo que menos extraña es el pan duro, agrio y hasta con moho que marcó la infancia de generaciones en barrios pobres de la isla.
El joven contó que creció en un lugar donde el pan era un verdadero dolor de cabeza. Había que esperar por él, medirlo, guardarlo para poder desayunar o incluso dejarlo para el almuerzo. Y lo peor: “Venía casi siempre agrio, sin aceite, hasta con gorgojo”. Una imagen que cualquier cubano de a pie puede reconocer de memoria.
Con humor, recordó que cuando había suerte, el pan se “salvaba” con una fritura de un peso… siempre que apareciera el peso. Si no, la solución era azúcar prieta y a conformarse. Lo cierto es que para muchos, ese pedazo de pan terminaba siendo más símbolo de precariedad que de alimento.
Pero todo cambió cuando emigró. En el video cuenta con emoción cómo se sorprendió al ver la cantidad y calidad de pan que había en Estados Unidos: “¿Tú crees que yo no voy a comer pan ahora, loco, si eso fue un sufrimiento?”. Y claro, sus seguidores entendieron perfectamente la sensación de pasar de la escasez a la abundancia.