La mañana de este domingo la Vía Monumental, en Guanabacoa, fue escenario de una desgracia que ha dejado a la gente con un nudo en la garganta. Rider Cabrales Pérez, un joven de Yara, Granma, perdió la vida cuando el camión que manejaba terminó volcado cerca del Puente de Santa Fe.
Según vecinos del lugar, todo ocurrió después de que inspectores de transporte detuvieran al chofer para una revisión. Al regresar a su rastra, el vehículo se deslizó hacia atrás y cayó por una cuneta, provocándole la muerte de manera inmediata. Una noticia que se regó como pólvora en redes sociales, desatando la indignación de la comunidad.
Un punto vial marcado por el peligro y la corrupción
Los choferes que transitan habitualmente por esa zona aseguran que el lugar es una trampa mortal: una pendiente cerrada que conecta con una curva, un puente, una parada de guagua y varios kioscos. Para colmo, es una vía de paso constante para camiones pesados que se dirigen a los almacenes de Berroa.
Y ahí, justo en ese punto crítico, es donde los inspectores acostumbran a parquearse. “Están 24 por 24 en esa pendiente, nadie los quita de ahí”, denunció un vecino, visiblemente indignado. Su comentario se volvió viral y fue respaldado por decenas de choferes que no dudaron en calificar a esos funcionarios como “parásitos del sistema” y “cazadores de sobornos”.
La gente lo tiene claro: esos inspectores no están ahí por seguridad, sino para engordar sus bolsillos. La acusación de corrupción, abuso de poder y negligencia cayó de inmediato sobre ellos, porque todos saben que detener un camión de carga en una pendiente de ese tipo es jugar con la vida de los demás.