La cultura cubana está de luto. Carlos Hernández Quintas, conocido como Carlos Quintas, falleció en La Habana la noche del domingo 24 de agosto a los 83 años. La noticia fue confirmada por la Televisión Cubana en sus redes oficiales.
Un artista que dejó huella desde Santiago de Cuba
Nacido el 4 de noviembre de 1941 en Santiago de Cuba, Quintas comenzó su carrera en 1959 en la emisora Radio Hernández, donde fue conductor y declamador en el programa Poemas y canciones. Su talento lo llevó rápidamente a protagonizar radionovelas muy populares, como Lino Álvarez, líder campesino, Yo, estudiante y Por nuestro amor, esta última del narrador José Soler Puig.
En 1961 ingresó en la Academia de Arte Dramático de Oriente y luego se convirtió en fundador del Conjunto Dramático de Oriente, participando en obras como Contigo pan y cebolla, Los invasores y Santiago 57. Un año después, fue parte de La invasión, presentada en el Festival de Teatro Latinoamericano de La Habana.
De Santiago a la capital: el salto definitivo
Su traslado a La Habana en 1967 abrió una nueva etapa en su carrera. Allí trabajó en Radio Progreso, CMQ y Radio Rebelde, interpretando papeles protagónicos en programas como La Novela de las Dos, Actualidad Mundial y Estudio Cuatro.
En la televisión nacional brilló en producciones como Los mambises, Juan Quinquín en Pueblo Mocho, El Halcón y Los comandos del silencio. También participó en telenovelas como Café Habana y La última mujer y el próximo combate, así como en espacios humorísticos como Vivir del cuento y A otro con ese cuento.
En el cine, colaboró con la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños y trabajó en la película En fin… de Juan Carlos Cremata.
Reconocimientos en medio de la censura cultural
Durante más de cuatro décadas, Quintas también se desempeñó como director artístico de espectáculos, realizando giras nacionales con instituciones como ARTEX y Cultura Provincial.
A pesar de la censura, el control estatal y la precariedad que asfixia a la cultura cubana, logró recibir premios como el ACTUAR por la Obra de la Vida (2019), la Medalla Raúl Gómez García y el Sello del Laureado del Sindicato Nacional de la Cultura.
Un legado que trasciende al régimen
La Televisión Cubana publicó un comunicado en el que resaltó que “Carlos Quintas será recordado por su versatilidad actoral y su capacidad para interpretar personajes en diversos géneros”.
Sin embargo, más allá de los discursos oficiales, su verdadera huella está en haber creado arte en medio de un sistema que limita la libertad creativa y oprime a los artistas. Su partida recuerda que la cultura cubana sigue siendo grande a pesar de las trabas del régimen, no gracias a ellas.