La influencer cubana Rachel Arderi volvió a encender las redes, esta vez mostrando sin miedo el “antes y después” de su reciente cirugía de senos en Miami. Con un bikini dorado y una sonrisa que lo dice todo, la creadora de contenido compartió imágenes de su cambio físico y, sobre todo, de cómo ahora se siente mucho más segura y feliz con su cuerpo.
Rachel confesó que decidió reemplazar sus implantes antiguos por unos nuevos, y el resultado la tiene encantada. Antes llevaba unos de 325 cc, pero ahora optó por 385 cc, buscando un look más armónico y natural. “Amé el cambio y que aún así sigan luciendo naturales”, escribió en Instagram, donde además reconoció que no se había dado cuenta de lo mal que estaba su operación anterior hasta que se atrevió a dar este paso.
Apenas diez días después de salir del quirófano, la influencer decidió enseñar a sus seguidores cómo luce en este nuevo capítulo de su vida. La publicación se llenó en cuestión de minutos de cientos de comentarios, entre halagos, bromas y mensajes de apoyo. Uno de sus seguidores le dijo: “La diferencia es inmensa, quedaste hermosísima”, mientras otro bromeaba: “Antes había que coger un Uber de una a otra, ahora solo hay que cruzar la acera”.
Y como buena cubana, Rachel se lo tomó todo con humor y respondió con simpatía a varios de los mensajes que le dejaron en sus fotos. Aunque aclaró que todavía está en proceso de recuperación y desinflamación, aseguró que se siente mucho más cómoda y confiada con su nueva imagen.
Pero claro, como suele pasar en redes sociales, no faltaron las críticas. Aun así, la gran mayoría coincidió en que el resultado es muy favorecedor y natural. Para Rachel, lo más importante era volver a sentirse bien consigo misma, sobre todo después de las molestias que arrastraba de su primera operación, realizada en Cuba poco antes de quedar embarazada de su hija Mía, fruto de su relación con el reguetonero Oniel Bebeshito.
Y hablando de Bebeshito… el cantante no se quedó callado y reaccionó públicamente a la transformación de su esposa con un piropazo bien cubano: “Uffffff mi pieza. Cañonazo tremenda carátula”.
Con esta experiencia, Rachel no solo mostró un cambio físico, sino también su lado más honesto y cercano. Una vez más, logró conectar con sus seguidores al mostrarse sin filtros, compartiendo un pedacito de su vida personal y demostrando que la autenticidad sigue siendo su mejor carta de presentación en Instagram.
