Lo que debía ser un vuelo tranquilo rumbo a Madrid terminó en un verdadero despelote en el Aeropuerto Internacional José Martí, donde el caos y la desinformación volvieron a dejar mal parado al régimen cubano.
Según reportes difundidos en redes sociales y confirmados por el periodista Javier Díaz, de Univisión 23, uno de los tripulantes del avión —presuntamente el copiloto— fue asaltado violentamente en plena Habana Vieja, sufriendo lesiones graves que incluyeron una fractura de cráneo. Incluso se habla de que el propio piloto también fue víctima de otro atraco mientras caminaba por la ciudad.
El vuelo, operado por World2Fly, debía salir el viernes 22 de agosto a las 8:50 p.m., pero jamás despegó. Decenas de pasajeros quedaron varados, sin información clara, mientras la noticia corría como pólvora en las salas del aeropuerto.
“Nos dijeron que el copiloto estaba herido de gravedad y que no podía volar. Fue como un balde de agua fría para todos”, comentó uno de los afectados. Otro pasajero, visiblemente molesto, soltó: “Eso en ningún lugar del mundo es motivo para cancelar un vuelo. Si un piloto se enferma en pleno trayecto, siempre hay protocolos para seguir. Pero aquí todo es un relajo”.
La aerolínea intentó apagar el fuego trasladando a los viajeros a hoteles de La Habana, incluido el Parque Central, mientras se reprogramaba la salida para el día siguiente. Pero la tensión ya estaba servida.
Este lamentable hecho pone otra vez en evidencia la inseguridad galopante que se vive en la isla, donde ni siquiera los tripulantes de vuelos internacionales están a salvo. Y lo más grave: el régimen guarda silencio sobre la violencia en las calles mientras sigue vendiendo la imagen de una Cuba segura para el turismo.