En Cuba, donde cada día es una batalla contra la escasez, las colas y los apagones, todavía quedan motivos para celebrar a lo grande. Y si no, que lo diga Agustina García Ortega, “Tina”, quien acaba de soplar ¡100 velitas! en su barrio de Bayamo, Granma. No fue un cumpleaños cualquiera: fue una fiesta de esas que marcan historia, con música, baile, abrazos y todo un vecindario rindiéndole homenaje.
Una calle hecha fiesta
La calle Serafín Sánchez se convirtió en escenario de alegría y emoción. Vecinos, amigos y familiares se reunieron para celebrar a la abuela que todos quieren y respetan. Tina lo describió como un día “inolvidable”, y cómo no, si la orquesta La Potencia puso el ritmo y el barrio entero se volcó en demostrarle cuánto significa para ellos.
“Yo siempre me he llevado bien con todos mis vecinos”, confesó Tina con una sonrisa que lo dice todo. Ese cariño sembrado durante décadas fue el verdadero regalo de cumpleaños: la comunidad unida para celebrarla como se merece.
Una familia gigantesca que no cabe en una sola mesa
Si la calle estaba llena, la familia también. Tina es madre de 10 hijos, abuela de 15 nietos y bisabuela de 13. En otras palabras, ¡un clan entero que sigue sus pasos y que ese día se juntó para demostrar que su legado no solo está en la edad, sino en la descendencia y en el amor que sembró.
El canal local CNCTV Granma lo describió como un “récord humano”, y es que en un país donde la vida diaria está marcada por las dificultades, llegar al siglo de vida es un triunfo de resistencia, esperanza y alegría.
No está sola: los abuelos centenarios se multiplican
Lo de Tina no es un caso aislado. En Cuba, cada vez son más los abuelos que sorprenden con su vitalidad. Hace poco en Matanzas, Nina celebró 109 años; en Santiago de Cuba, Gloria Castillo Rojas llegó a los 100 rodeada de familia; y hasta en TikTok se hizo viral una abuela que festejó sus 104 años con mariachi, pastel y cerveza en mano.
Incluso fuera de la isla, la longevidad cubana brilla. En Estados Unidos, Olguita cumplió 100 años, y aún mantiene viva la costumbre de enviar medicinas y alimentos a sus hermanas en Cuba. Y cómo olvidar a Emilia Tejeda Tejeda, quien llegó a los 115 años en Granma antes de fallecer en 2023, lúcida hasta el último momento.
Más que años, lecciones de vida
En un país donde la escasez golpea a diario, la historia de Tina es un recordatorio de que llegar a los 100 años en Cuba es un acto de resistencia. Su secreto no está solo en la genética, sino en la capacidad de crear lazos, sostener a su familia y celebrar la vida, aun cuando todo parece ir en contra.
Su fiesta no fue solo un cumpleaños: fue una victoria contra la adversidad, un canto de esperanza y un recordatorio de que, incluso en medio de la crisis, siempre habrá razones para bailar, reír y brindar por la vida.