El economista cubano Pedro Monreal volvió a poner el dedo en la llaga al señalar que la crisis en la producción de huevos en Cuba ha llegado a un punto peor que el vivido en pleno Período Especial de los 90. Según el académico, el llamado “ordenamiento” no solo hundió la economía, sino que arrasó con uno de los alimentos más básicos de la mesa cubana.
En un análisis compartido en la red social X, Monreal explicó que este desplome es una de las expresiones más brutales de la inseguridad alimentaria que azota hoy a la isla. Con ironía y crudeza apuntó que, si en los años más duros del Período Especial todavía quedaba un poco de producción, ahora el desastre es mucho mayor y sin señales de recuperación.
El economista no se quedó callado ante la manera en que la prensa oficial manipula la situación. Mientras los cubanos hacen colas eternas y pagan precios absurdos por un cartón de huevos, medios como Cubadebate presentan como “salvación” un supuesto “nuevo modelo de gestión” que, según Monreal, se parece más a un sistema medieval de trueque que a un esquema económico moderno.
Ese invento, alabado por la propaganda oficial, plantea que los proveedores de pienso —estatales, privados y hasta empresas vinculadas a la inversión extranjera— reciben el 70% de la producción de huevos, mientras la avicultura estatal se queda con el 30% junto con el peso de la infraestructura, la tecnología y la mano de obra. Una fórmula que, lejos de resolver la crisis, parece diseñada para exprimir aún más lo poco que queda en el sector.
Las reacciones en redes no se hicieron esperar. Usuarios como @ogarciazaldivar recordaron que ni siquiera en los 90, con la crisis brutal tras la caída del campo socialista, alguien pensó en sostener la producción sin importar pienso. Hoy, apuntó, la masa avícola, la infraestructura y la tecnología están prácticamente en ruinas, lo que hace inviable cualquier plan que venda el régimen como solución milagrosa.
Lo cierto es que la denuncia de Monreal se suma a las múltiples voces que señalan la incapacidad del Gobierno para garantizar alimentos básicos en medio de una economía colapsada. Sin inversiones reales, sin políticas coherentes y con un modelo que exprime a la gente mientras beneficia a unos pocos, la producción de huevos en Cuba no es solo un síntoma: es un espejo del fracaso total del régimen en garantizar la soberanía alimentaria.