Cuando en Cuba se habla de “reclutamiento” fuera del servicio militar obligatorio, a más de uno se le eriza la piel. Y es que, según una denuncia reciente en redes sociales, en Santiago de Cuba estarían intentando enrolar a jóvenes para mandarlos a Venezuela. El fantasma de lo que pasó en Angola vuelve a la memoria de muchas familias y la preocupación se siente fuerte.
El periodista independiente Yosmany Mayeta fue quien encendió las alarmas con una publicación en la que asegura que en Santiago estarían llamando a muchachos y hasta a reservistas con destino a Venezuela. Aunque todavía no hay confirmación oficial, el rumor ha bastado para despertar el miedo y la desconfianza en una Isla donde el silencio del gobierno siempre pesa más que las aclaraciones.
Mayeta escribió en su post una frase que retumbó entre los padres cubanos: “No permitan que su hijo sea carne de cañón”. La advertencia se refiere a la posibilidad de que jóvenes sean enviados a un conflicto ajeno, justo en un momento en que el gobierno de Nicolás Maduro enfrenta presiones internas y externas.
Las reacciones no se hicieron esperar. Varias personas comentaron que estaban viviendo situaciones similares. Una madre contó que su hija estaba siendo presionada y que incluso la amenazaron con multas de 7.000 pesos por negarse a colaborar. El detalle más indignante es que, cuando la joven mostró al coronel publicaciones sobre muertos en esos reclutamientos, él simplemente dijo que todo era “mentira” y “manipulación”.
Otros comentarios trajeron de vuelta el recuerdo más doloroso: la guerra de Angola. Cientos de familias cubanas recuerdan cómo sus hijos fueron montados en barcos casi a escondidas para pelear en una guerra que no era la suya. Hoy, la sola idea de que eso vuelva a ocurrir, pero en Venezuela, tiene a muchos con el corazón en la boca.
El silencio oficial ante estos señalamientos no hace más que alimentar la paranoia. Todos saben que La Habana y Caracas mantienen una relación estrechísima, con militares, asesores y agentes cubanos en puestos clave del chavismo. Y si algo ha demostrado la historia es que cuando de estas alianzas se trata, los que pagan los platos rotos son siempre los cubanos de a pie.
Pero la angustia no se queda solo en lo que pueda pasar con Venezuela. En Cuba, el propio Servicio Militar obligatorio ya es motivo de dolor y polémica. Hace apenas unos días, se conoció la muerte de dos jóvenes en diferentes unidades militares.
Uno de ellos fue Lázaro Daniel Monteros, de 19 años, natural de Ciego de Ávila, quien falleció en la unidad de El Morro, en La Habana. Su familia recibió tres versiones distintas sobre lo ocurrido, pero ninguna explicación clara. Dos días antes, Antonio Rassi, de solo 18 años, se había quitado la vida en la Unidad Militar El Calvario.
Estos casos reavivan la indignación sobre lo que realmente ocurre en los cuarteles cubanos: condiciones pésimas, maltratos, presiones psicológicas y un hermetismo total por parte de las autoridades.
Al final, entre rumores de reclutamientos internacionales y tragedias dentro del propio servicio militar, la conclusión es la misma: ser joven en Cuba hoy significa vivir bajo la sombra de un uniforme que puede costarte la vida… incluso en una guerra que no es la tuya.