En 1999, el público cubano fue testigo de cómo un muchacho casi desconocido de Las Tunas hizo reír a medio país con apenas un monólogo. Ángel Ramis, invitado por Ulises Toirac al programa ¿Y tú de qué te ríes?, se paró frente a las cámaras con “El monólogo del feo” y soltó aquella frase inolvidable: “están gozando con la jeta mía”. Desde ahí, se ganó al público y comenzó una carrera que lo llevaría a convertirse en uno de los humoristas más queridos de la isla.
Pero no todo en su vida ha sido risas y aplausos. Detrás del comediante popular, hay un hombre que tuvo que librar una dura batalla personal contra un enemigo silencioso: el alcohol.
En una entrevista para el canal Familia Cubana TV, junto a su colega El Habanero, Ángel confesó lo difícil que fue enfrentar esa etapa. “Dicen que una borrachera te afecta el sistema nervioso 21 días. Nosotros necesitamos tres vidas para recuperarnos de lo que tomamos. Era un vicio muy ingobernable. Y gracias a Dios y al programa Alcohólicos Anónimos que dejé eso y llevo varios años sobrio”.
Contó también que llegó a tener sueños dentro de sus propias borracheras, hasta el punto de creerse cosas que nunca pasaron. Fue a través de un amigo que llegó a Alcohólicos Anónimos, donde aprendió que lo suyo no era una simple mala costumbre, sino una enfermedad que debía aceptar y enfrentar. Hoy, asegura, vive “claro” y aunque tuvo alguna recaída, todo quedó en el pasado.
Su pasión por el humor nació desde joven, cuando en el preuniversitario imitaba los monólogos de su ídolo, Octavio Rodríguez “Churrisco”. En los matutinos de la escuela comenzó a probarse frente a sus compañeros, y esa chispa lo llevó a dar el gran salto.
En 1997, en una previa del Aquelarre en Holguín, conoció a Julio César Rodríguez —más tarde conocido como “El Habanero”—, con quien formó una dupla de amigos y colegas inseparables. Un año después, tras triunfar en el Aquelarre ’98, Ramis ingresó al Centro Promotor del Humor, y de ahí a la televisión nacional, apadrinado nada más y nada menos que por Ulises Toirac.
El espaldarazo definitivo fue su participación en ¿Y tú de qué te ríes? y luego en el programa Jura decir la verdad, donde nació su icónico personaje del Cabo Pantera, un guiño a “La tremenda corte”.
Más allá de los escenarios, Ramis también ha mostrado su amor por la décima y la poesía con humor, un talento que ha compartido en sus personajes y hasta en redes sociales. Hoy, además de sus presentaciones en Cuba y México, se dedica a promover negocios en plataformas digitales, desde agencias de mensajería hasta escuelas de automovilismo.
Padre de dos hijas y un hijo —quien además trabaja como DJ en sus shows—, Ángel Ramis no solo logró conquistar al público con sus personajes, sino también demostrarse a sí mismo que era capaz de vencer sus batallas más difíciles. Una historia de vida donde la risa y la fuerza personal van de la mano.
