En el mercado informal cubano, el dinero sigue marcando la pauta de la crisis. Tras varios días sin moverse, el euro amaneció este miércoles con un repunte que lo llevó hasta los 453 pesos cubanos, tres por encima de la cotización que había mantenido en la última semana, según el monitoreo diario de elTOQUE.
El dólar, en cambio, se mantiene en 405 CUP, un valor que refleja con crudeza cómo la divisa norteamericana se ha convertido en la vara de medir la desesperación económica en la Isla. La llamada Moneda Libremente Convertible (MLC) tampoco se movió y continúa en 195 CUP, precio al que cayó en picada el viernes pasado.
Estos saltos y estancamientos en las monedas más usadas por los cubanos son solo el reflejo de una realidad que todos sienten en el bolsillo: el peso cubano cada día vale menos, y la gente común se queda sin oxígeno económico en un país donde sobrevivir depende de cuánto se pueda rascar en el mercado negro.
Lo más indignante es que, mientras el euro y el dólar marcan la vida diaria de millones de familias, el régimen sigue en silencio absoluto. Hace meses que prometen una “reforma cambiaria”, pero hasta ahora, puro cuento. El gobierno ni siquiera ha dado la cara para explicar cómo piensa enfrentar el derrumbe del peso o la especulación que ellos mismos provocaron con su desastroso “ordenamiento monetario”.
La prueba más clara está en las tasas de este 27 de agosto: 405 pesos por un solo dólar y 453 por un euro. Imagínate lo que significa para un trabajador estatal que, con suerte, recibe un salario que apenas llega a los 3,000 CUP. Eso no alcanza ni para comprar diez dólares en la calle, mientras los precios de la comida siguen disparados.
En julio, Manuel Marrero salió con la muela de que “vendrán transformaciones” en el mercado cambiario durante este semestre. Pero ya estamos casi cerrando agosto y lo único que cambia es la cotización informal, no la política económica del régimen. Otra promesa vacía que se suma a la lista interminable de engaños oficiales.
