Cuando uno piensa en un hospital pediátrico, lo primero que viene a la mente es un lugar seguro, tranquilo y protegido para los más pequeños. Pero en Cuba, hasta eso parece convertirse en una pesadilla. Padres de niños ingresados en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, en Marianao, denunciaron la presencia de una mujer drogándose en pleno pasillo. Sí, así mismo, ¡en medio de un centro donde se supone que todo debería estar bajo control!
Según contó el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada, los padres no daban crédito a lo que veían: una mujer, madre de una niña con problemas psiquiátricos, consumía drogas a la vista de todos sin que nadie del hospital, ni médicos ni seguridad, hiciera algo al respecto.
La escena terminó siendo digna de una película de terror. Después de fumar una sustancia desconocida, la mujer cayó inconsciente sobre una cama del hospital, mientras el papel con el que estaba “quemando” seguía ardiendo sobre la sábana. Imagínate el peligro: un incendio en un pabellón lleno de niños enfermos.
Fueron los propios padres presentes quienes intervinieron para controlar la situación, evitando una desgracia mayor. Pero el verdadero problema no es solo el comportamiento de la mujer, sino la negligencia total del hospital. ¿Cómo es posible que en un centro pediátrico, donde se atienden pacientes vulnerables, no exista control para evitar que sucedan cosas así?
En redes sociales, como siempre, aparecieron los “expertos” que dudaron de la versión oficial. Algunos usuarios comentaron que quizás la mujer solo estaba fumando un cigarro normal y que su aspecto deteriorado era culpa del hambre. Pero, seamos sinceros, ¿quién prende un cigarro en un hospital y se queda inconsciente frente a todos? La lógica no cuadra.
Y ojo, que este no es un caso aislado. Hace apenas unas semanas, el Hospital Vladímir Ilich Lenin de Holguín tuvo su propio escándalo: una mujer llamada Belkis Bauzá fue detenida tras hacerse pasar por enfermera para estafar a los pacientes. Vestida con bata blanca, prometía camas en maternidad a cambio de dinero. En un país donde conseguir atención médica digna es casi misión imposible, la desesperación de los familiares se convirtió en su oportunidad para lucrar.
Afortunadamente, el personal del hospital, junto a familiares y la Policía, lograron descubrir la farsa antes de que siguiera afectando a más personas. Ahora, la falsa enfermera está bajo investigación.
Todo esto deja en evidencia algo que los cubanos ya saben de sobra: los hospitales, que deberían ser un espacio seguro, se han convertido en tierra de nadie, donde la negligencia y la falta de control ponen en riesgo a los más vulnerables.