Un nuevo escándalo sacude a La Habana. Esta vez, la denuncia viene de un usuario en redes sociales que destapó una presunta estafa con cartones de cigarros H. Upmann en el mercado conocido como La Cuevita, en San Miguel del Padrón.
En el video compartido en Facebook, Raiko Betancourt muestra cómo varios paquetes de cigarros estaban rellenos… ¡de aserrín! Nada de tabaco, solo madera molida envuelta en papel. “Familia, esto fue hoy en La Cuevita. Tengan cuidado, que están estafando a la gente”, escribió Betancourt, visiblemente indignado.
Mientras grababa, soltó su frustración: “Mira qué clase de falta de respeto… han engañado a este hombre… aserrín es lo que tenía dentro de la caja… esto es lo que estamos viviendo los cubanos”.
Fraudes que no sorprenden a nadie
Giovanys Fernández Abreu, otro internauta, recordó que no es la primera vez que pasa algo así en el mismo sitio. “Los estafadores de La Cuevita, en San Miguel del Padrón, con las cajas de jabón”, escribió en su perfil, confirmando que los engaños son de todo tipo.
Los casos se acumulan. En marzo de 2023, una mujer compró lo que creyó que era aceite, pero terminó con un pomo lleno de agua con vinagre. Y en diciembre de 2024, un inspector agredió con una bayoneta a un vendedor en medio del mercado.
Un lugar que simboliza el descontrol
Pese a una remodelación millonaria en 2019, que costó más de dos millones de pesos (600 mil aportados por los cuentapropistas), La Cuevita sigue siendo un desastre: suciedad, estafas, productos adulterados y cero control.
En mayo de 2025, una joven cubana mostró en TikTok el estado deprimente del lugar. “Las calles están rotas, llenas de basura, no hay cestos ni conciencia de higiene”, dijo, señalando además que allí se venden medicamentos que brillan por su ausencia en las farmacias estatales.
Un reflejo del fracaso del régimen
Las autoridades han hecho algunos operativos, como el de noviembre de 2022 que dejó más de 50 revendedores detenidos. Pero nada ha cambiado en esencia.
La Cuevita se ha convertido en el símbolo del desabastecimiento, la economía sumergida y la impunidad que reinan en Cuba. Un espacio donde los cubanos, forzados a sobrevivir en medio de la miseria, tienen que arriesgarse a ser estafados… y todo bajo la mirada de un régimen incapaz de garantizar siquiera un mercado digno.