Una cubana mostró en TikTok cuánto gastó en una simple compra de alimentos en La Habana. Desembolsó más de 140 dólares, que al cambio informal significan alrededor de 65 mil pesos cubanos, una cifra que para la mayoría de los trabajadores estatales resulta impensable.
Una compra que duele en el bolsillo
En el video, la joven explica que compró una caja de picadillo de 15 kilogramos por 21 dólares, una caja de pollo de 40 libras por 35 dólares y otra de carne de cerdo limpia, sin hueso, de 50 libras, por 106 dólares.
Además, compró 3 libras de calabaza (0,37 centavos), 5 libras de boniato (0,75 centavos), dos piñas (2 dólares), una mano de plátanos (1 dólar), un mazo de cebollino (0,37 centavos), un melón (0,87 centavos), un mazo de habichuelas (0,32 centavos), ajíes (0,87 centavos), varios limones (0,75 centavos), 4 libras de tomates (3 dólares), 2 libras de frijoles negros (2 dólares) y una botella de vino seco.
En total, la cuenta final superó los 100 dólares, casi ocho veces el salario mensual promedio en Cuba.
Un lujo para la mayoría
“Déjame saber en los comentarios qué te pareció la compra”, dijo la joven mientras enseñaba las bolsas repletas. Pero en realidad, lo que muestra es la cruda verdad de un país donde llenar el refrigerador se ha convertido en un lujo de ricos o de quienes reciben remesas desde afuera.
La miseria del sistema
Mientras tanto, el régimen sigue maquillando cifras y vendiendo la idea de una economía que “resiste”. La realidad es que un trabajador estatal, con su salario de miseria que no supera los 5 mil pesos, necesitaría ocho meses de sueldo para comprar lo mismo.
Este caso refleja cómo la inflación, el caos económico y la indiferencia de los gobernantes hunden cada vez más al pueblo cubano. En la isla de la “potencia médica y educativa”, comer decentemente se ha vuelto un privilegio.