En el mundo de las redes sociales no faltan los encontronazos, y esta vez la protagonista es la influencer cubana Milenita, quien se convirtió en tendencia luego de que un empresario filtrara cuánto cobra por un video promocional. La cifra —1500 dólares— desató una avalancha de críticas y comentarios, pero la creadora de contenido no se dejó intimidar. Con una sonrisa y su estilo directo, respondió a todos los que intentaron poner en duda el valor de su trabajo.
Todo comenzó cuando el dueño de un negocio, molesto con la tarifa, decidió ventilar la negociación en redes sociales. Con tono irónico, cuestionó qué “talento” justificaba semejante precio. Y ya sabemos cómo funciona internet: bastó ese comentario para que el tema aterrizara en TikTok y se volviera viral.
Entre las muchas reacciones, destacó la de la creadora de contenido @katiushaaaaaa, especialista en belleza, quien defendió a Milenita con un argumento claro: “Si Milenita me hace un live, mínimo mil mujeres me escriben. Que yo no tenga para pagarle no me da derecho a hablar mal de ella”. Y con eso, la polémica tomó todavía más fuerza.
La respuesta de Milenita llegó rápido, desde su carro y con esa sonrisa que la caracteriza. No solo se defendió, sino que aprovechó para mandar un mensaje con mucho peso: “Mi gente, pero Milena eres una abusadora, te falta humildad… Yo sin buscar polémica me metí en un clase lío por gusto. Es imposible quitarle la sonrisa a alguien que siempre la va a llevar puesta”.
Luego, con un tono simpático pero firme, fue aún más directa: “Si no te cuadra mi precio, te quedas callado. Aprende a quedar callado. Valórate. Valora tu tiempo y tu trabajo. Nunca permitas que nadie te subvalore. Jamás”. Su mensaje no solo cerró la polémica, sino que dejó claro que ella conoce perfectamente el valor de su alcance y su influencia en redes.
Además, aclaró un punto que muchos confunden: “Humildad no es regalar tu trabajo, ni dejar que te falten el respeto. Eso está tergiversado. Ser humilde no significa hacer las cosas de gratis”. Un recordatorio que, lejos de sonar arrogante, puso en perspectiva el eterno debate sobre cuánto vale realmente el trabajo digital.
Como era de esperar, las opiniones quedaron divididas. Algunos criticaron lo que consideran un precio desorbitado, pero muchos otros salieron a apoyarla con frases como: “Tú vales eso y más”, “El que no pueda pagar, que no pida promoción”, o “Tiene alcance, tiene comunidad… está en su derecho”.
Y aquí viene lo curioso: la polémica, en lugar de afectar su imagen, aumentó su alcance. Milenita, lejos de agachar la cabeza, lo dejó claro entre risas: “Yo aquí, sonriente como siempre… y voy a cobrar más”. Con esa actitud, la influencer demostró que sabe transformar un ataque en una oportunidad.
