En Cuba ya no solo es difícil viajar por lo caro y lo limitado del transporte interprovincial, sino también por la falta de seguridad. Lo que debía ser un trayecto tranquilo se convirtió en un verdadero susto para decenas de pasajeros de un ómnibus Transtur que cubría la ruta Oriente–La Habana. El incidente, ocurrido el pasado sábado 16 de agosto, dejó a todos en shock: varios delincuentes lograron abrir el maletero y robar maletas en cuestión de segundos.
El hecho sucedió alrededor de las 10:30 de la noche, en plena Vía Blanca, cuando el ómnibus se detuvo en un semáforo. Ese instante fue suficiente para que los ladrones, armados con una pata de cabra, forzaran la compuerta de equipajes y se llevaran varias pertenencias. Los pasajeros, entre gritos y desesperación, no podían creer lo que pasaba frente a sus ojos.
Uno de los testigos, el internauta Kenny Fernández Delgado, relató lo ocurrido en Facebook. Al principio pensaba que el compartimento había quedado mal cerrado, pero luego aclaró que estaba asegurado con llave. Eso confirma algo aún más preocupante: los ladrones estaban preparados, sabían cómo actuar y lo hicieron con una rapidez impresionante, aprovechando apenas los segundos que dura la luz roja.
Lo más alarmante es que los pasajeros, temiendo retrasos y complicaciones, decidieron no denunciar de inmediato. Esa decisión refleja un problema mucho mayor: la indefensión total en la que viajan miles de cubanos que dependen de estos ómnibus para moverse entre provincias.
No es la primera vez que pasa
Este tipo de historias lamentablemente no son nuevas. En marzo pasado, se reportó un intento de robo bastante peculiar en un ómnibus que iba de La Habana a Camagüey. Tres sujetos planearon la jugada: dos viajaban como pasajeros y el tercero se escondió dentro de un maletín vacío colocado en el maletero, listo para ir sacando las pertenencias de otros. El plan parecía sacado de una película, pero terminó mal para ellos: fueron descubiertos y hasta recibieron una golpiza de los propios pasajeros indignados.
En noviembre de 2024 ocurrió otro caso parecido en un viaje entre La Habana y Nuevitas. De nuevo, ladrones aplicaron la misma táctica para robar durante el trayecto. Y si vamos más atrás, encontramos testimonios como el de Rafael Moyet, quien denunció en redes que le sustrajeron equipaje durante un viaje de Camagüey a La Habana, sin que el chofer ni la empresa se responsabilizaran.
Una preocupación que no deja de crecer
Cada nuevo caso aumenta la indignación de la gente. Los pasajeros pagan un pasaje caro, viajan incómodos, y encima tienen que preocuparse de que les roben las pertenencias en medio del trayecto. Muchos usuarios en redes incluso sugieren que podría haber complicidad interna en algunos de estos robos, aunque no hay pruebas claras. Lo que sí es evidente es la falta de medidas de seguridad y la indiferencia de las autoridades frente a un problema que va en aumento.
Terminales, aeropuertos y carreteras en Cuba se han vuelto escenarios frecuentes de delitos. Y aunque las denuncias ciudadanas se multiplican, la respuesta oficial sigue siendo insuficiente. La población lo tiene claro: si no hay un cambio real, la inseguridad en el transporte interprovincial seguirá siendo otra pesadilla más para los cubanos.
