La reconocida actriz y presentadora Ariana Álvarez festeja un nuevo cumpleaños, mientras colegas y amigos del medio artístico llenan las redes de mensajes cariñosos y de admiración por su trayectoria.
Graduada de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de La Habana, Ariana también cuenta con una Licenciatura en Información Científico-Técnica y Bibliotecología. Sin embargo, su verdadera pasión siempre estuvo en el mundo de la actuación.
De los primeros pasos al reconocimiento del público
Ariana comenzó en el Grupo de Teatro Olga Alonso, bajo la guía de Humberto Rodríguez García, donde se curtió durante tres años interpretando clásicos cubanos, españoles, franceses y rusos.
Con el tiempo, dio el salto a la televisión, donde dejó huella con personajes memorables. Su debut importante fue Jesusa en la telenovela “Destino Prohibido”, dirigida por Xiomara Blanco, quien confió en su talento. “Ese personaje lo guardo con cariño infinito, porque me abrió las puertas de la televisión y tuve que transmitir mucho sin apenas hablar. Gracias eternas a Xiomara por darme esa oportunidad”, confesó la actriz.
También brilló con el papel de Yamina en “La cara oculta de la Luna”, interpretando a una adolescente impulsiva y rebelde, un reto que, según admite, disfrutó al máximo.
Versatilidad dentro y fuera de la pantalla
Ariana ha incursionado en todos los géneros, participando en producciones como “Polvo en el Viento” y “Patrulla 444”. Además, su carisma le ha permitido ser presentadora de programas como “Cuerda Viva”, “Serenata Cubana”, “Iguales y Diferentes” y “A Moverse”.
A pesar de su talento probado y de haber ganado el cariño del público, la actriz ha reconocido que la televisión cubana no le ofrece tantas oportunidades como antes. Algo que deja en evidencia las limitaciones y favoritismos del sistema cultural oficial, que muchas veces deja fuera a artistas de verdadero calibre.
Una artista auténtica y cercana
Con una presencia escénica cargada de naturalidad y credibilidad, Ariana se define como alguien que disfruta de la tranquilidad y la introspección. Se describe como un poco ermitaña, pero profundamente conectada con la sensibilidad que exigen sus personajes.