La reconocida actriz cubana Diana Rosa Suárez acaba de cumplir 81 años, celebrando no solo su vida, sino también una trayectoria artística que la ha convertido en una verdadera leyenda de la televisión, el teatro y la radio cubana. Su nombre está grabado en la memoria de varias generaciones que crecieron disfrutando de su talento.
Un susto que casi la apaga
En medio de la celebración, la artista reveló que hace apenas unos meses estuvo al borde de la muerte. Durante una entrevista en el programa La Casa de Maka, realizado en Miami, contó que en noviembre pasado sufrió un paro respiratorio en La Habana y estuvo “de cinco a siete minutos muerta”.
“Yo vivo en un quinto piso y no había luz”, relató, recordando cómo tuvieron que bajarla “amarrada en una camilla para meterme en una ambulancia y poder llevarme para el hospital”.
La actriz explicó que perdió la conciencia cuando aún estaba en los bajos del edificio, entrando en paro cardiaco. Por suerte, un joven paramédico “muy preparado” logró salvarla y llevarla con vida hasta el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular.
De los primeros pasos a la gran pantalla
Diana Rosa comenzó a saborear el mundo del arte desde los 15 años, bajo la guía del director Modesto Centeno. Su debut profesional llegó en “El Corral”, un pequeño teatro que sería la plataforma inicial para una carrera llena de éxitos.
En aquellos años iniciales, recibió apoyo de figuras como Enrique Almirante y Los Ángeles Santana. “Ellos me ayudaron tanto en mis inicios que nunca los voy a olvidar”, ha dicho con cariño, reconociendo el valor de quienes apostaron por su talento.
Su llegada a la televisión marcó un antes y un después, cuando fue seleccionada para participar en la icónica novela “Cecilia Valdés”. Luego vinieron proyectos como “La Marca del Zorro”, que la lanzó al estrellato y la consolidó como uno de los rostros más queridos de la pantalla cubana.
Pero para Diana Rosa, su personaje más entrañable fue Narcisa, en la telenovela “El Año Que Viene”. “Ese personaje tan noble y lindo lo amé profundamente”, confesó emocionada.
Una carrera que desafió tiempos difíciles
Diana Rosa sabe que tuvo la suerte de trabajar en una época dorada de la televisión cubana, cuando aún existían producciones de calidad y recursos para llevarlas a cabo. Hoy, en contraste, el sector artístico sufre el abandono del régimen, que prioriza propaganda política en lugar de impulsar la cultura.
A pesar de ello, la actriz se siente plena: “Me siento afortunada y realizada por haber logrado casi siempre mis propósitos”, expresó, reconociendo que su legado ha sido fruto de esfuerzo, disciplina y amor por el arte.
Una artista con sabor a hogar
Más allá de los escenarios, Diana Rosa cultiva otra pasión: la cocina. Es conocida por sus pudines, que regala a sus amigos con frecuencia. “Paula Alí una vez me dijo que había ganado el récord Guinness por la cantidad de pudines que hago”, comentó entre risas, mostrando que su creatividad no se queda solo en la actuación.
Y quizás su mejor consejo para la vida sea este: “Vive, sé feliz, solo tú puedes escoger la felicidad”. Un mensaje que cobra más fuerza viniendo de alguien que ha regalado tanta alegría a su público, incluso en medio de un país donde la cultura lucha por sobrevivir.
