Las historias de vida de los cubanos que han cruzado el mar siempre están llenas de drama, esperanza y segundas oportunidades. Y la de Luis García no es la excepción. Este hombre, nacido en San Juan de los Yeras, en Villa Clara, se lanzó al mar en 1999 en una lancha con otras 19 personas. Lo que no imaginaba era que, después de tocar tierra en Estados Unidos, conocería de cerca lo que significa quedarse sin un techo en Miami.
En una entrevista para el perfil de TikTok @conductadade, que se dedica a dar visibilidad a las personas sin hogar, Luis relató cómo fue aquel viaje que cambió su vida. “Yo vine para Estados Unidos en 1999, vine en lancha, salimos por Villa Clara, Santa Clara, 20 personas en una lancha de 21 pies”, contó con esa mezcla de nostalgia y orgullo que acompaña a quienes sobrevivieron a la travesía.
Luis asegura que su vida en Cuba no fue mala. Creció en una familia amorosa, con valores, rodeado de personas preparadas. Pero reconoce que las malas decisiones lo llevaron por caminos equivocados: “Me gustaba mucho la calle”, admite. Y esas elecciones lo empujaron a experimentar la dura realidad de vivir en situación de calle en Estados Unidos.
Pero aquí viene lo inspirador. Luis decidió transformar su experiencia en un motor para ayudar a otros. Hoy, en su tiempo libre, dedica energías a apoyar a personas sin hogar en Miami. En los videos compartidos por Conducta se le ve repartiendo alimentos, conversando en inglés y en español, pero sobre todo mostrando empatía y cariño. Su manera de acercarse a la gente lo convierte en alguien que entiende de verdad lo que están viviendo.
El perfil que compartió su historia lo resume muy bien: “Luis llegó de Cuba en una embarcación y conoció lo que es vivir en la calle en Miami. Hoy, en su tiempo libre, apoya a varias instituciones para ayudar a quienes pasan por lo mismo que él”. Muy pronto, prometen, se publicará el video completo para conocer todos los detalles de su travesía y transformación.
La historia de Luis se une a otras que este proyecto ha hecho virales: desde Mayra, una cubanoamericana que perdió a su hija y terminó en la calle, hasta María del Carmen, una anciana villaclareña de 67 años; Yuli, “La China de San Antonio”, reconocida por sus antiguos vecinos; o incluso el exvocalista de la Charanga Habanera, David Montes de Oca, quien inició un proceso de rehabilitación. Historias distintas, pero unidas por la misma dura realidad.
Los comentarios en redes han sido un baño de apoyo para Luis. Muchos cubanos celebran su entrega con frases como: “Bendiciones”, “Somos de la misma tierra”, “Mi tierrita Villa Clara” o “Gracias por ayudar a otros”. Al final, lo que más inspira de Luis no es solo que salió de Cuba en una lancha, sino que, después de tocar fondo, eligió tender la mano a quienes más lo necesitan.