El mundo del boxeo cubano en Estados Unidos vuelve a sacudirse con una noticia que nadie quería escuchar. El pugilista Damián Lescaille, de apenas 26 años, fue arrestado en Brandon, Mississippi, por posesión de sustancias controladas sin receta. Un escándalo que no solo lo pone tras las rejas momentáneamente, sino que también podría marcar un antes y un después en su carrera deportiva.
El arresto ocurrió el 25 de agosto de 2025 a las 9:36 p.m., según los registros oficiales. Lescaille enfrenta dos cargos distintos de posesión de sustancias clasificadas en las categorías III, IV o V. La justicia estadounidense no se anda con juegos en estos temas, y la fianza que le impusieron lo demuestra: $100,000 por el primer cargo y otros $20,000 por el segundo. Nada barato.
El periodista de boxeo Jorge Ebro, del Nuevo Herald, no tardó en pronunciarse sobre lo delicado de la situación. “Es un golpe muy duro, porque este muchacho tenía todo por delante (…) Esperemos que las cosas se aclaren y que pueda salir de este problema con la oportunidad de retomar su carrera”, dijo una fuente cercana al deportista en declaraciones recogidas por Ebro.
Lo cierto es que, más allá del arresto, la carrera de Lescaille ya venía atravesando un parón. No subía al ring desde octubre de 2023, y en lugar de entrenar a tiempo completo se había dedicado a manejar un camión. Una pausa que muchos veían como temporal, pero que ahora parece complicarse con este nuevo capítulo legal.
El próximo martes, los abogados de Lescaille tendrán más claridad sobre la magnitud de los cargos y los posibles escenarios que enfrentará el boxeador oriundo de Camagüey, quien llegó a Estados Unidos en 2020 buscando el mismo sueño que tantos atletas cubanos: triunfar en el deporte lejos de las restricciones de la isla.
Y como si fuera poco, este caso no es el único que pone a los boxeadores cubanos en el ojo del huracán. Hace apenas unas semanas, el también pugilista Billy Rodríguez, medallista panamericano y desertor de una delegación oficial en 2022, fue detenido por agentes de ICE en Miami. Rodríguez, de 28 años, estaba bajo libertad condicional con un estatus migratorio I-220A mientras esperaba su audiencia de asilo para 2027.
La familia de Rodríguez teme que pueda ser deportado a Cuba, lo que abriría un panorama oscuro, ya que enfrentaría represalias por su deserción. Él había escapado de una delegación en México durante una competencia internacional y se lanzó a la aventura de cruzar la frontera hacia Estados Unidos para rehacer su vida.
Lo cierto es que tanto el caso de Lescaille como el de Rodríguez muestran una dura realidad: para los boxeadores cubanos que sueñan con brillar fuera de la isla, el camino no siempre es solo entrenar y ganar peleas. También deben librar batallas en tribunales y oficinas migratorias que muchas veces resultan más duras que cualquier rival en el cuadrilátero.