El presentador cubano Alex Otaola soltó una denuncia explosiva en su programa Hola! Ota-Ola, asegurando que la droga conocida como “el químico”, cada vez más extendida en las calles de Cuba, saldría directamente de los laboratorios controlados por el régimen donde se fabrican medicamentos.
Según el influencer, esta sustancia no es solo un problema de adicción, sino un plan bien calculado de la dictadura: mantener a los jóvenes drogados y distraídos para que no se levanten en las calles a exigir libertad y un futuro digno.
“El químico está saliendo de los laboratorios médicos de la dictadura, fabricado para convertir a la gente en instrumentos reprogramables”, denunció Otaola con firmeza.
El presentador fue más allá y llamó a cortar el flujo de dinero que alimenta este sistema. Para él, cada dólar que entra a Cuba en remesas o recargas termina financiando al aparato represivo y a estos laboratorios oscuros. “¿Vamos a seguir mandando dinero para que fabriquen veneno con él? Eso es lo que hay que frenar”, advirtió.
Otaola insistió en que la droga se ha convertido en un mecanismo de control social, diseñado para adormecer a una generación entera y evitar que se rebele contra la dictadura. “Los de adentro tienen que hacer su parte, pero nosotros también tenemos la llave. Si desde Miami se cierra la remesa, la recarga, el contenedor y todo el chanchullo, se acaba la dictadura”, sentenció.
En los últimos meses, páginas independientes como Cubanos por el Mundo han publicado videos estremecedores que muestran los efectos devastadores del “químico” en jóvenes de la isla. Escenas que generan alarma y dejan en evidencia cómo el régimen no solo destruye al pueblo con hambre y apagones, sino también con drogas que siembran desesperanza y sometimiento.
Porque en Cuba, la dictadura no solo reprime a golpes y cárcel: también envenena el futuro de los jóvenes para garantizar su silencio.