En Cuba, la necesidad hace milagros, y si no que lo diga una madre cubana que se volvió viral en TikTok al mostrar el ingenioso método que utiliza para mantener su refrigerador funcionando… ¡con una simple cuerda! Sí, aunque parezca increíble, en la isla la inventiva y el “resolver” siguen siendo el pan de cada día.
La protagonista de esta historia grabó un video desde su cocina, mientras preparaba el almuerzo de su hijo, y dejó claro que la creatividad es la única herramienta para sobrevivir en medio de tantas carencias. Con una naturalidad que enternece y duele al mismo tiempo, contó lo que significa para ella cocinar en un hogar donde los equipos ya no funcionan como deberían.
En el clip, la cubana abre su viejo refrigerador para sacar “dos muslitos de pollo”, los únicos que tenía disponibles para la comida del día. Y acto seguido muestra lo que para muchos sería un detalle insignificante, pero que para ella es la diferencia entre tener comida o verla echada a perder: una cuerda que mantiene la puerta del frío bien cerrada.
“Quizás se pregunten qué significa este cable”, explica en el video. “Pues significa que la junta del frío ya no pega, y si no amarro la puerta, se me echa a perder todo, hasta la leche de la bodega que le toca al niño”. Con esas palabras, refleja la lucha diaria que viven miles de familias cubanas para no perder lo poco que consiguen llevar a la mesa.
Y aunque la imagen del refrigerador amarrado con una cuerda puede parecer graciosa para algunos, en realidad es el retrato de una dura realidad: la escasez, la falta de piezas de repuesto y el deterioro de los electrodomésticos hacen que cada comida en Cuba sea casi un acto de supervivencia.
Finalmente, la mujer enseña cómo prepara con esos dos muslitos un “ripiadito” para que el almuerzo rinda lo suficiente. Un plato humilde, pero cargado de amor, que demuestra hasta qué punto el ingenio cubano logra convertir la carencia en creatividad.
Este testimonio no es solo una anécdota simpática: es una ventana a la realidad cotidiana de miles de familias en la isla, donde improvisar se ha convertido en una habilidad obligatoria. Desde amarrar un refrigerador con una cuerda hasta inventar recetas con lo poco que hay, el cubano sigue demostrando que la inventiva no se agota… aunque los recursos sí.