El querido humorista cubano Ulises Toirac, conocido por su agudeza y su manera única de retratar la realidad de la Isla, compartió en redes sociales que deberá someterse a un nuevo procedimiento médico para frenar el avance de la degeneración macular, una enfermedad que amenaza seriamente su visión.
“Quedo en modo silencio. Mañana a este bello ojito le meterán una aguja (sin chance a relajitos) y quedaré inoperante, porque del otro no pillo ni una letra”, escribió en Facebook con esa mezcla de crudeza y chispa que lo caracteriza.
El tratamiento al que será sometido consiste en una inyección intravítrea aplicada directamente en la retina, con el propósito de detener la deformación de la mácula provocada por el crecimiento anormal de pequeños vasos sanguíneos. “Ya pasé por esto con el ojo derecho”, recordó Toirac antes de pedir un deseo colectivo: “Deséenme suerte… y como dicen en algunas películas, nos vemos del otro lado”.
Una avalancha de apoyo en redes
La publicación desató una ola de mensajes cargados de cariño, solidaridad y buenos deseos. Miles de cubanos agradecieron los años de humor crítico con los que Toirac los ha acompañado y compartieron experiencias similares, creando un espacio de empatía que pocas veces se ve en un país marcado por la desesperanza.
El propio comediante respondió emocionado: “Gracias de todo corazón. Voy blindado con todos esos deseos, hasta pa’ que me caiga un rayo en el ojo y salga indemne. Uno va caga’o, pero seguro. Es muy lindo lo que me han hecho sentir”.
Un diagnóstico duro, pero sin rendición
La degeneración macular le fue diagnosticada en 2023, y al inicio solo afectaba un ojo. Sin embargo, recientemente confirmó que el proceso ya alcanzó el otro, complicando cada vez más tareas tan simples como leer o escribir.
Aunque la enfermedad no tiene cura definitiva, tratamientos como las inyecciones de Avastin pueden frenar su avance. Aun así, Toirac dejó claro que no piensa claudicar: “Por supuesto voy a seguir jodiendo, haciendo chistes y diciendo lo que pienso. Ya inventaré la manera aunque el tareco ese se ponga peor”.
Una vida contada con honestidad
Desde que reveló sus problemas de visión, Toirac ha narrado sin filtros cada etapa de su enfermedad. “Miles miran mi vida, y miles reciben palos a diario. Yo no soy una estatua, soy una persona como todos, que también recibe golpes, se levanta y sigue. El show tiene que continuar”, escribió en 2024 cuando ya convivía con cataratas, miopía y los primeros signos de la degeneración macular.
Ese mismo año relató cómo, tras acudir a un optometrista que detectó cataratas, un oftalmólogo terminó dándole el diagnóstico definitivo: “Tienes degeneración macular, es un proceso degenerativo que termina por dejarte sin visión. Operaremos la catarata y la miopía, y después veremos qué hacer con eso”.
