Septiembre llega con un reloj de arena a punto de vaciarse para los cubanos: está por vencerse la medida que permite la entrada libre de alimentos, medicinas y productos de aseo sin pagar aranceles. Una disposición que, desde 2021, ha sido un salvavidas para miles de familias en medio de la escasez y los precios por las nubes.
Esta política nació en plena tormenta económica y social, cuando las protestas y el desabastecimiento ponían en jaque al Gobierno. Desde entonces, ha sido prorrogada varias veces, convirtiéndose en un respiro para los que viven en la isla y dependen de lo que familiares o amigos les traen en las maletas o envían en los famosos “paqueticos”.
El impacto ha sido enorme: durante más de dos años, los cubanos han podido recibir arroz, pasta, medicinas básicas, desodorantes y hasta champú sin que las aduanas les aplicaran los altos aranceles que antes hacían imposible meter nada. Para muchos hogares, esto significó la diferencia entre tener lo esencial o seguir luchando contra los estantes vacíos de las tiendas en moneda nacional.
Pero aquí viene el problema: la medida expira este mismo septiembre. Y claro, la pregunta que todos se hacen es: ¿el Gobierno la extenderá otra vez o se acaba definitivamente?.
Si miramos hacia atrás, todo apunta a que habrá prórroga. En ocasiones anteriores, cuando llegaba la fecha de vencimiento, las autoridades se apresuraban a renovarla, e incluso a ampliarla. Vale recordar que en una de esas extensiones incluyeron la entrada de plantas eléctricas de más de 900 vatios sin pagar impuestos, algo que en plena crisis energética fue recibido como agua bendita.
La lógica del contexto actual también sugiere que sería un suicidio político eliminar el beneficio. Cuba sigue atrapada en una crisis profunda: inflación desbordada, mercados desabastecidos y apagones interminables. Cortar esta entrada libre de productos básicos sería echarle gasolina al fuego del malestar social.
Lo más probable, según se comenta, es que la medida se mantenga al menos hasta bien entrado 2025. Ya la última vez se prorrogó más allá de lo inicialmente previsto, y no parece haber señales de que el Gobierno quiera cargar con el costo político de quitarla ahora.
Por el momento, todo el mundo está pendiente del anuncio oficial, que debería llegar a través de la Gaceta Oficial o del Ministerio de Finanzas y Precios. La verdadera incógnita no es tanto si habrá prórroga, sino hasta cuándo se mantendrá este alivio que ya se ha vuelto indispensable para el día a día de los cubanos.
