Haila María Mompié volvió a encender la polémica en redes sociales. La cantante apareció en un video promocional de la empresa mixta MCV Comercial S.A., representante de Mercedes-Benz en Cuba, recomendando que los cubanos compren carros directamente en el concesionario de La Habana porque, según ella, resultan “más económicos” que importarlos por cuenta propia.
“Mis amores, estamos aquí en el dealer de Mercedes-Benz en La Habana. Aquí hay muchos carros que pueden adoptar porque tienen muy buenos precios. Se los recomiendo”, dijo Haila desde un auto BAIC, con tono alegre, como si estuviera hablando de una feria de rebajas y no de vehículos que cuestan lo mismo que veinte vidas de salario en Cuba.
La artista insistió en que comprar en el concesionario evita papeleos y demoras, y que incluso puede salir “más barato” que traer un auto del extranjero. Palabras que, en medio de la crisis que atraviesa el país, sonaron como una burla para millones de cubanos que apenas pueden costear un pasaje en guagua.
Pero la movida de Haila no es casualidad. MCV Comercial S.A., bajo el paraguas del Ministerio del Transporte, lleva tiempo impulsando una campaña en redes sociales con rostros conocidos: desde el peluquero Dorian Carbonell hasta los humoristas El Habanero y Otto Ortiz, pasando por actores y locutores oficialistas. Todos con el mismo guion: mostrar autos de lujo como si en Cuba fueran algo al alcance de cualquiera.
El contraste es brutal. Mientras la empresa presume de catálogos con precios que van desde los 51 mil hasta más de 191 mil dólares por un Mercedes-Benz, o entre 16 mil y 46 mil dólares por modelos chinos como FAW, DFSK, Skywell y Foton, la mayoría de los cubanos lidia con apagones, falta de medicinas, inflación y un transporte público que hace rato dejó de ser solución.
No es la primera vez que este tipo de propaganda indigna al pueblo. En 2024, el presentador deportivo Héctor Villar fue duramente criticado tras aparecer en un video parecido. Y más recientemente, el periodista oficialista Oliver Zamora se vio en el ojo del huracán cuando trascendió que había comprado un Bestune T55 de casi 27 mil dólares mediante la misma empresa, aunque después salió a negarlo.