El calvario migratorio de una familia cubana en Estados Unidos ha llegado a un punto doloroso. Este domingo, Deivy Alemán Oropesa tomará un avión de regreso a Cuba, no porque lo desee, sino porque la alternativa que le dio Inmigración fue la cárcel y una deportación forzosa. Su decisión lo obliga a separarse de su hija pequeña, ciudadana estadounidense, quien necesita una nueva cirugía a corazón abierto.
La historia fue contada por el periodista Javier Díaz, que compartió en redes el testimonio de Alemán y su esposa, Yisel Miguel Sarduy. En sus palabras se nota la desesperación: “Lo más duro es dejar a la niña, sabiendo que está pendiente de una operación. Me voy con el corazón hecho pedazos”, confesó el cubano, que hasta hoy se ganaba la vida como chofer de Uber, pagando impuestos y sin ningún historial delictivo.
El drama se intensificó el pasado 8 de septiembre, cuando en una cita rutinaria con ICE en Orlando le notificaron que tenía menos de una semana para abandonar el país. La familia presentó informes médicos, cartas de cardiólogos y hasta mostró que ya contaban con una petición I-130 aprobada por su matrimonio con una ciudadana americana, pero las autoridades ignoraron todo argumento humanitario.
La abogada Rosaly Chaviano explicó que Alemán estaba bajo supervisión migratoria y que, bajo las reglas actuales, los casos de emergencia familiar no tienen casi peso. Es decir, el sistema le dio la espalda, incluso sabiendo que una niña de apenas dos años depende de la presencia de su padre.
La noticia generó una ola de indignación en redes sociales. Amigos y familiares crearon una petición en Change.org para frenar lo que llaman una decisión inhumana, pero el reloj no se detuvo. Este domingo, Alemán volará de regreso a Cuba, el mismo país que lo obligó a emigrar hace siete años en busca de una vida mejor.
En sus palabras finales, mostró una mezcla de resignación y esperanza: “Confío en que desde Cuba pueda avanzar la petición de mi esposa y que me permitan regresar pronto. Vine buscando libertad y futuro, y hoy me voy con el alma rota”.