La noticia ha sorprendido a todos los fanáticos del atletismo: Yipsi Moreno, la legendaria lanzadora de martillo cubana, regresa al circuito mundial… pero esta vez bajo la bandera de Albania. Así lo confirmó Global Athletics Hub en X, y la información ha corrido como pólvora entre seguidores del deporte.
A sus 44 años, Moreno vuelve a competir tras 11 años retirada, y lo hará en el Campeonato Mundial de Atletismo de Tokio 2025 gracias a una plaza de universalidad otorgada por World Athletics, pensada para que países con menor presencia internacional puedan tener representación. Es, sin dudas, un regreso con carga simbólica y mucho morbo deportivo.
Yipsi no es cualquier atleta. Su historia está marcada por títulos que pocas atletas cubanas han alcanzado: triple campeona mundial (2001, 2003 y 2005), campeona olímpica en Pekín 2008 y subcampeona en Atenas 2004, además de un palmarés que convirtió a la cubana en referente absoluto del atletismo de la Isla. Su regreso, aunque lejos de Cuba, recuerda esos días de gloria que muchos aún celebran.
Tras su retiro en 2014, Moreno exploró la política y la administración deportiva en Cuba. Fue comisionada de atletismo y también formó parte de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado. Sin embargo, su gestión estuvo marcada por críticas y controversias, sobre todo después de la destitución en 2022, apenas una semana después de que Cuba se fuera sin medallas del Mundial de Eugene, con cuatro atletas fugados, incluida la discóbola Yaimé Pérez.
Desde que tomó las riendas del atletismo cubano, el deporte fue en declive, agravado por la fuga de figuras importantes. Moreno, lejos de aceptar todas las culpas, defendió que los problemas no eran solo responsabilidad suya y negó haber sido una déspota en su gestión. Aun así, su salida marcó un capítulo más en la historia de éxodos deportivos que afectan al país.
El regreso de Yipsi no se limita a competir: ya debutó con Albania en 2024, estableciendo récords nacionales, incluyendo su marca vigente de 68,74 metros, demostrando que todavía tiene poder de fuego y pasión por el martillo. Su participación en Tokio 2025 promete ser uno de los relatos más sorprendentes del campeonato, enfrentando el tiempo, su historia y, ahora, el peso de una bandera distinta.
El deporte cubano pierde otra gloria, pero Yipsi demuestra que el talento y la determinación no entienden de fronteras. Su historia se transforma en un recordatorio de que, a veces, la pasión por competir puede más que cualquier estructura política o administrativa, y que un campeón siempre encuentra la manera de volver al juego.
