Una fuerte explosión sacudió este miércoles a los vecinos de la calle San Juan de Dios, esquina Tirry y San Diego, en Matanzas. Una planta eléctrica explotó y provocó un incendio que arrasó con una vivienda multifamiliar, dejando pérdidas materiales de consideración. Milagrosamente, no hubo que lamentar heridos.
El oficialista Periódico Girón informó en redes sociales que varios escuadrones de bomberos llegaron de inmediato para contener las llamas. Gracias a su rápida intervención, el fuego no logró propagarse a otras casas de la zona, aunque la magnitud del siniestro dejó huellas difíciles de borrar en la familia afectada.
De manera preliminar, las autoridades señalaron como causa la explosión de un equipo eléctrico, aunque se mantienen las investigaciones. Sin embargo, el trasfondo es claro: en la Cuba de hoy, las plantas eléctricas y los equipos improvisados se han vuelto salvavidas para sobrevivir a los interminables apagones, pero también son bombas de tiempo.
En el lugar se presentó la vicepresidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, Dailanny Rodríguez Doval, para hacer el acostumbrado recorrido burocrático “interesándose por los daños”. Mientras tanto, la familia damnificada lidiaba con la pérdida de pertenencias y con la angustia de no saber cómo seguir adelante.
Orelvis Martínez, una de las moradoras, relató que el fuego consumió el equipo en cuestión de segundos. “Ninguno de los integrantes de mi familia sufrió lesiones, pero perdimos casi todo, y la situación se complica porque tengo niños con cuidados especiales”, lamentó con voz entrecortada.
Vecinos de la comunidad se acercaron a prestar ayuda, mostrando una solidaridad que contrasta con la indolencia del régimen. Algunos aseguraron que en el piso superior de la vivienda las llamas lo devastaron todo, dejando a menores y ancianos prácticamente en la calle.
Los incendios en Matanzas parecen repetirse con inquietante frecuencia. En febrero, el ranchón de la estación del tren de Hershey se incendió durante un apagón. Meses después, otro fuego volvió a devorar la misma instalación en el reparto Versalles, lo que despertó sospechas de un origen intencional. En julio, tres casas quedaron reducidas a cenizas en Jovellanos y, ese mismo mes, en Guantánamo, un motor eléctrico defectuoso casi provoca una tragedia mayor.