El caso de Yordanis Cobos Martínez, el cubano de 37 años acusado de decapitar al gerente de un motel en Dallas, ha sacudido a la opinión pública en Estados Unidos. Pero lo más escalofriante es que, según testimonios, este no sería su primer crimen sangriento, pues ya en Cuba habría dejado una víctima mortal.
El periodista cubanoamericano Javier Díaz reveló en un video que Cobos, oriundo de Mayarí, Holguín, ya había tenido problemas con la justicia en la Isla. De acuerdo con una fuente anónima, pasó dos veces por prisión por robo. Pero lo grave llega después: se asegura que, años atrás, mató a un hombre con un machete durante una riña por unos caballos robados.
El relato indica que dos hermanos lo enfrentaron para reclamarle los animales y Cobos reaccionó con violencia, atacándolos con un machete y provocando la muerte de uno de ellos. En un giro digno de una película oscura, el tío de Cobos —también exconvicto— habría cargado con la culpa para proteger a su sobrino, cumpliendo condena en su lugar. Gracias a esa maniobra, Yordanis quedó libre y sin antecedentes directos que impidieran su salida del país.
Ya en Estados Unidos, Cobos mostró de nuevo su perfil criminal. El miércoles pasado atacó brutalmente a Chandra Nagamallaiah, gerente del Downtown Suites Motel en Old East Dallas. Armado con un machete, le causó múltiples heridas y finalmente lo decapitó, todo frente a la esposa y el hijo de la víctima. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que, después de asesinarlo, pateó la cabeza y la lanzó a un contenedor de basura.
Fue detenido poco después, aún con el machete en la mano, caminando por la zona como si nada. Los agentes lograron arrestarlo sin disparar, pero el caso ya había causado conmoción a nivel nacional por los antecedentes del atacante.
Según detalló Javier Díaz, Cobos acumulaba un historial en Estados Unidos con cargos que iban desde falso encarcelamiento en California, hasta robo de vehículos en Florida y carjacking, aunque varios procesos fueron desestimados o terminó absuelto. Aun así, en enero de 2025 el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) lo liberó, a pesar de que tenía una orden de deportación activa. ¿La razón? El régimen cubano se negó a recibirlo de regreso, dejando a un criminal peligroso suelto en las calles norteamericanas.
Hoy, Cobos permanece tras las rejas en Texas y enfrenta cargos por asesinato. La comunidad clama justicia y pide que se le imponga la pena máxima, mientras el caso vuelve a poner bajo la lupa la complicidad indirecta del castrismo, que con su negativa a aceptar deportados permite que delincuentes peligrosos sigan libres en otros países.