En Jobabo, municipio de Las Tunas, la miseria llegó a un punto que parece chiste, pero no lo es. Un punto de venta estatal comenzó a ofrecer mazos de leña a 135 pesos cubanos como “alternativa” para que la gente pueda cocinar en medio del apagón general que dejó a toda la isla a oscuras.
Las fotos del invento circularon gracias al periodista Yaidel Miguel Rodríguez Castro, de Radio Cabaniguán, quien mostró los leños acomodados en una tarima, detrás de una reja, con su respectivo cartel oficial de precios, como si se tratara de un logro revolucionario.
De la “Revolución Energética” al fogón de leña
Lo que en su momento el castrismo vendió como “Revolución Energética” terminó siendo una estafa más. La realidad de hoy es que los cubanos tienen que volver al carbón y a la leña, como en los tiempos en que no existía ni gas ni corriente.
“Algo es algo”, comentó el propio periodista en su publicación, reflejando la resignación que muchos sienten ante la decadencia. Lo irónico es que el punto de venta pertenece a una entidad de “Procesamiento y Comercialización de carne de ganado menor y derivados de leche de cabra”, pero esos productos brillan por su ausencia. En lugar de carne o leche, lo que le ofrecen al pueblo son palos.
El negocio del carbón y la gasolina racionada
La indignación no se limitó a la leña. Rodríguez también informó que el carbón debía venderse a 25 pesos por kilogramo, según lo indicado por las autoridades. Sin embargo, en zonas como La 40, un saco se disparó hasta los mil pesos, una muestra clara del descontrol, la especulación y la incapacidad del régimen para poner orden en la crisis.
Como si fuera poco, también se anunció la venta racionada de gasolina para los dueños de plantas eléctricas. Apenas cinco litros por persona, entregados a los primeros 100 clientes inscritos en la plataforma TICKET. Otro capítulo más en el drama diario de sobrevivir en un país donde el combustible se reparte como si fuera oro.
“Vamos como los indios”
Las redes sociales estallaron con reacciones de indignación. Para muchos, la venta de leña es el símbolo perfecto del retroceso brutal que vive Cuba bajo la dictadura.
“Japón ya está en la tecnología 6G y aquí lo que nos venden son palos para cocinar”, escribió un usuario. Otro se burló: “Ya solo falta que empiecen a vender el arco y la flecha”.
Una vecina fue más directa: “Nunca pensé que llegaríamos a esto. En vez de avanzar vamos para atrás como los cangrejos”.
La imagen es clara: mientras el régimen se llena la boca hablando de soberanía y resistencia, la realidad es que el pueblo cubano cocina con leña en pleno 2025, un símbolo doloroso de cómo la revolución hundió al país en un atraso vergonzoso.