Las redes sociales se estremecieron con la noticia que compartió el músico cubano Cándido Fabré: la muerte de su hermana Teresa. Con un mensaje cargado de dolor, el sonero expresó lo que sentía en su corazón y dejó ver el vacío que deja esta pérdida en su vida y en su familia.
“Querida hermana Tere, te nos fuiste. Me quedé con ganas de volver a verte, abrazarte, beberme tu café”, escribió Fabré, unas palabras que arrancaron lágrimas a muchos de sus seguidores. No se trataba solo de una despedida, sino de un desahogo lleno de nostalgia, donde cada frase parecía un pedacito de su alma rota.
En su publicación, el artista confesó el deseo de traerla de vuelta a San Luis, su tierra natal, para que su pueblo pudiera rendirle honores junto a los padres y otros hermanos que también partieron. “Quisiera poder traerte para nuestro San Luis para que este pueblo te rinda los honores que mereces…”, escribió, mostrando la conexión profunda que tiene con sus raíces y con su familia.
El mensaje terminó con una declaración de amor y fe: “Te quiero mucho con fuerza amor y fe. Yo biringo para ti biro. Dios nos acompaña en el cielo como en la tierra”. Palabras que, aunque llenas de dolor, reflejan la esperanza y espiritualidad que siempre han marcado al artista.
Pero esta no es la primera pérdida que golpea a Fabré en poco tiempo. Apenas a mediados de agosto, también compartió la devastadora noticia de la muerte de Rubén Leliebre, flautista de su orquesta y conocido cariñosamente como “Lele”. El músico, visiblemente afectado, contó que recibió la noticia mientras trabajaba en su estudio, y confesó: “Estoy triste, adolorido, destrozado. Esta noticia no quise darla nunca”.
“El Lele de la banda ha fallecido”, dijo con la voz entrecortada, y sus palabras reflejaban no solo el dolor de un amigo, sino también el golpe para toda una familia musical que lo acompañaba desde hace años.
Como si no fuera suficiente, Fabré recordó también a Ramón, el tumbador de su grupo, quien falleció recientemente. “Perdimos a Rubén, el primer flautista. Perdimos a Ramón, el tumbador. ¡Dios, protégenos, guíanos, cuídanos y sálvanos!”, escribió, dejando claro que vive una de las etapas más duras de su carrera y su vida personal.
Hoy, entre la tristeza y la fe, el pueblo cubano acompaña a Cándido Fabré en este duro momento, reconociendo no solo al músico, sino al ser humano que sufre las ausencias, como cualquiera de nosotros.