En Cuba pasan cosas que a veces parecen sacadas de una película, y esta semana el protagonista fue un policía del Aeropuerto Internacional José Martí, en La Habana, que se convirtió en héroe inesperado al devolver nada más y nada menos que 5,000 dólares en efectivo. Sí, leíste bien: cinco mil verdes que encontró dentro de un portafolio junto a documentos personales, y que entregó íntegros a su dueño.
El hallazgo ocurrió en la Terminal 3 del aeropuerto, el viernes por la tarde, según compartió en redes el comunicador oficialista Jairo Cu. El agente en cuestión, el primer suboficial Alexis Pérez, fue quien aseguró el portafolio y activó de inmediato el protocolo. No hubo titubeos ni historias raras: lo guardó y esperó a que el dueño apareciera.
Horas más tarde, el propietario se presentó y pudo recuperar hasta el último billete, además de sus papeles. Testigos aseguran que el hombre, visiblemente nervioso, respiró aliviado y no dejó de agradecer el gesto. Para él, fue un golpe de suerte dentro del caos que suele caracterizar cualquier viaje.
Como era de esperar, la Policía cubana no dejó pasar la oportunidad de usar el caso como ejemplo de “honestidad y compromiso con el servicio público”. Y aunque el acto de Alexis Pérez fue realmente admirable, lo cierto es que la noticia llega en un momento en que los cuerpos policiales están bajo el ojo del huracán, acusados de mirar hacia otro lado en medio de la creciente violencia y criminalidad que golpea la isla.
Y este no ha sido un hecho aislado. A inicios de mes trascendió otro caso similar en el mismo aeropuerto: un agente devolvió cerca de 70,000 pesos cubanos y una cadena de oro a un pasajero que había extraviado sus pertenencias. En esa ocasión también se siguieron los protocolos y el dueño recuperó lo suyo sin problemas.
En un país donde la inflación desbocada y la escasez hacen que cada peso cuente, no es extraño que estas devoluciones causen tanto revuelo. No todos los días alguien aparece en las noticias por entregar fajos de dinero sin quedarse con nada. Y claro, estas historias le vienen como anillo al dedo al gobierno, que aprovecha la prensa oficialista para limpiar un poco la imagen de la policía y contrarrestar las críticas.
Más allá de la propaganda, lo cierto es que estos episodios llaman la atención porque contrastan con la dura realidad del día a día cubano. En medio de tanta necesidad, un gesto de integridad como el de Alexis Pérez se vuelve noticia, genera conversación y despierta, aunque sea por un momento, un poco de esperanza en la honestidad.