La influencer cubana Flor de Cuba no se quedó callada y decidió plantarle cara a los rumores que andan rodando en redes sociales sobre un supuesto pasado ligado a la prostitución y a estafas en la isla. Lejos de esquivar el tema, la joven lo enfrentó en una dinámica de preguntas y respuestas en Instagram, aclarando de una vez su postura ante miles de seguidores.
“Respondiendo preguntas incómodas, empezamos fuerte”, soltó entre risas cuando una fan le pidió que hablara claro sobre esas acusaciones. Flor fue tajante: nunca ha tenido vínculos con delitos en Cuba y aseguró que todo lo que se dice de ella carece de pruebas.
La creadora de contenido recordó que su llegada a Estados Unidos pasó por un proceso migratorio riguroso. Según explicó, nadie con antecedentes penales logra obtener una visa americana, porque el sistema migratorio de ese país revisa hasta el más mínimo detalle. “La visa de Estados Unidos es la más difícil y la más valiosa del mundo. Ellos no dejan entrar a nadie con historial delictivo. Yo tuve mi visa de turismo aprobada, y eso ya lo dice todo”, subrayó con seguridad.
Flor también señaló que esta no es la primera vez que se ve enredada en inventos de redes. Recordó cómo en otras ocasiones la han acusado de cosas disparatadas, desde supuestas estafas con pasajes hasta una historia absurda donde la vinculaban con una investigación del FBI. Incluso mencionó que, tras la tragedia de El Taiger, llegaron a decir que ella era “la intelectual del crimen”. Puro chisme y mala intención, remarcó.
Con un tono firme pero sin perder la frescura que la caracteriza, Flor de Cuba dejó claro que no tiene antecedentes penales ni está siendo buscada por nadie. “Esto es otro chisme más, mis amores. Es falso, completamente falso”, concluyó, buscando cerrar el tema de una vez por todas.
Este episodio vuelve a mostrar la presión constante que enfrentan los influencers cubanos, un mundo donde la desinformación se riega más rápido que la pólvora. En un escenario marcado por el morbo y la manipulación, Flor apuesta por la transparencia y la cercanía con sus seguidores, reforzando la confianza en medio del ruido digital.