Estados Unidos volvió a poner el dedo en la llaga este miércoles al denunciar con fuerza al régimen cubano, al que calificó sin rodeos de “tiránico”. La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado aseguró que Washington no se va a cruzar de brazos mientras en Cuba se reprime al pueblo y se tortura a los presos políticos.
El pronunciamiento estuvo motivado por la crítica situación del artista y opositor Luis Manuel Otero Alcántara, condenado en un juicio manipulado y sin garantías. Según la denuncia, al joven le han negado atención médica mientras su salud se deteriora peligrosamente tras cuatro años entre rejas.
Un régimen desnudo en su autoritarismo
La administración estadounidense recalcó que la represión constante de La Habana contra cualquier voz crítica demuestra el verdadero rostro del castrismo: un sistema autoritario que no tolera la disidencia. También reiteró su respaldo a los activistas cubanos que, con todo en contra, siguen defendiendo los derechos humanos dentro de la isla.
Mientras tanto, la dictadura continúa engordando sus números de represión. Cuba cerró agosto de 2025 con 1,185 presos políticos y de conciencia, según el más reciente informe de Prisoners Defenders. Esa cifra, la más alta registrada hasta la fecha, deja en evidencia el aumento desmedido de los encarcelamientos arbitrarios.
Nuevos encarcelados y destierros forzosos
El informe detalló que solo en agosto entraron 13 nuevos prisioneros políticos, mientras que cuatro personas dejaron de figurar en la lista: tres tras cumplir la condena completa y una más por expatriación forzosa. Se trata de la activista Aymara Nieto Muñoz, a quien sacaron de prisión directamente hacia el aeropuerto, sin permitirle despedirse de su hija mayor. Fue deportada a República Dominicana junto a su esposo y sus hijas pequeñas, una práctica cruel que se ha vuelto habitual en la maquinaria represiva cubana.
Desde el 11 de julio de 2021 hasta finales de agosto de 2025, 1,882 cubanos han sido encarcelados por motivos políticos. La gran mayoría son ciudadanos comunes que se atrevieron a protestar pacíficamente contra la miseria y la falta de libertades, y que el régimen castigó con largas condenas.
El caso de Luis Manuel Otero
Entre esos prisioneros está Otero Alcántara, detenido justamente el 11 de julio de 2021, cuando intentaba unirse a las históricas protestas que estremecieron a Cuba. Hoy, con apenas 36 años, su salud está en un punto crítico. Padece herpes cutáneo, parásitos intestinales y chikungunya, enfermedades que han provocado un deterioro físico alarmante.
A pesar de eso, sus allegados aseguran que mantiene el espíritu en alto y la mente clara, aunque la realidad es que su vida corre peligro si no recibe la atención médica adecuada.
El caso de Otero es un ejemplo vivo del costo humano de la represión, y a la vez un recordatorio de que, mientras el régimen siga cerrando las puertas a la libertad, la lista de presos políticos seguirá creciendo.