Cuba vive uno de sus momentos más oscuros —literalmente— con apagones interminables que han dejado a millones de familias en penumbras. Sin embargo, mientras el pueblo suda y se abanica bajo la candela del día y la falta de electricidad, Gabriela Fernández, la presentadora del programa oficialista Con Filo, decidió resolver su “crisis energética” de una forma muy particular: ¡huyendo a un hotel todo incluido junto a su madre!
El video de su escapadita no tardó en volverse viral, gracias al activista y exopositor Eliécer Ávila, quien compartió las imágenes en redes sociales. Allí se ve a la joven relajadísima en el bufé, sirviéndose platos de comida que muchos cubanos solo pueden imaginar, y disfrutando de la piscina como cualquier turista europeo. Todo esto, mientras la mayoría de la gente en la isla pelea con la falta de alimentos, la oscuridad y un ambiente social cargado de descontento.
“Un seguidor me envió estos videos de Gabriela disfrutando de la vida junto a su madre, aparentemente en uno de los hoteles de la dictadura”, comentó Ávila. En los clips, la conductora aparece sonriente, rodeada de extranjeros que, por supuesto, no saben lo que significa calarse 12 horas de apagón en un barrio de La Habana.
Lo curioso —o más bien irónico— es que su estancia coincide con uno de los momentos más críticos del sistema eléctrico nacional, marcado por colapsos totales del SEN (Sistema Electroenergético Nacional) en menos de un año. Pero eso no parece quitarle el sueño a Gabriela, quien, lejos de los apagones, se recuesta en su tumbona a disfrutar del “todo incluido”.
El periodista independiente Ernesto Morales no dejó pasar la oportunidad y comentó con sorna: “Gabriela Fernández acude a un hotel todo incluido para rasgarse la costura del ropón mediático (…) y a pasar los apagones con mejor semblante”. Y razón no le falta: la imagen de sacrificio que ella y su programa venden en pantalla se desploma frente a la evidencia de sus privilegios.
Porque aquí está el detalle: ¿de dónde sale el dinero? Oficialmente, Gabriela es profesora universitaria, periodista y presentadora en la televisión estatal, con un salario en pesos cubanos. Según Havanatur, una noche en un hotel Iberostar puede costar entre 14,000 y 33,300 CUP, dependiendo de la categoría. Incluso el hotel más barato exige un mínimo de tres noches, lo que dispara el gasto a 42,000 CUP. Para ponerlo en perspectiva: el salario medio mensual en Cuba apenas llega a 6,500 CUP. Es decir, el bolsillo de un cubano común jamás alcanzaría para darse semejante “gustico”.
Mientras tanto, muchos periodistas independientes han sido expulsados de hoteles aunque tengan reservas confirmadas, y otros cubanos han denunciado discriminación en centros turísticos. Pero claro, si eres la cara bonita del discurso oficialista, parece que las puertas del paraíso sí se abren.
En resumen: Con Filo se queja en cámara de “falta de recursos”, de que el programa se hace con las uñas… pero su presentadora estrella disfruta de hoteles de lujo que están fuera del alcance de los mismos cubanos que dicen defender. La contradicción es brutal: un discurso de sacrificio para el pueblo y vacaciones con piscina para los voceros del poder.
La pregunta queda en el aire: ¿realmente Gabriela paga estas vacaciones con su salario, o simplemente disfruta de los privilegios reservados a los fieles del régimen?