Bombazo internacional con sello cubano! La inteligencia ucraniana acaba de soltar un dato que tiene al mundo político encendido: Rusia habría reclutado a más de 20,000 cubanos como mercenarios para pelear en la guerra contra Ucrania. Sí, como lo lees, veinte mil isleños que, según Kiev, forman parte de los batallones extranjeros al servicio de Moscú.
La denuncia fue presentada esta semana en una sesión informativa en Washington ante miembros del Congreso de EE. UU., donde representantes de la inteligencia militar ucraniana (HUR) pusieron sobre la mesa cifras, documentos y hasta testimonios que dejan a cualquiera boquiabierto.
De acuerdo con Andriy Yusov, vocero de HUR, Cuba sería el principal origen de combatientes extranjeros contratados por Rusia. Y no hablamos de rumores: Business Insider citó que solo entre junio de 2023 y febrero de 2024, al menos 1,038 cubanos firmaron contratos oficiales con el Ejército ruso. La mayoría rondaría los 35 años y el salario que les ofrecen es de unos 2,000 dólares mensuales.
El problema es que el costo humano es altísimo. Según HUR, muchos de estos cubanos no logran sobrevivir más allá de 140 o 150 días en el frente. Además, hay al menos 250 que siguieron en combate incluso después de que sus contratos expiraron. Yusov aseguró que tienen en sus manos documentos con nombres, edades, fechas de firma e incluso listas de decesos.
Más polémico aún fue un testimonio judicial en Rusia que hablaba de una reclutadora que habría captado entre 6,000 y 7,000 cubanos para mandarlos a la guerra. ¡Casi nada!
En el panel de Washington, legisladores estadounidenses y funcionarios ucranianos no dudaron en pedir sanciones contra el Gobierno de La Habana, a quien acusan de mirar para otro lado —o incluso de colaborar— con este flujo de combatientes hacia Moscú. Para el Kremlin, resulta conveniente usar extranjeros: si mueren, no hay que pagar prestaciones sociales ni lidiar con familias rusas reclamando compensaciones.
Este fenómeno no es aislado. Ucrania denunció que Rusia también busca soldados en países como Corea del Norte, Oriente Medio y África, como parte de una estrategia de desgaste donde Moscú necesita mano de obra barata para mantener sus ofensivas.
Lo más fuerte es que algunos documentos muestran el lado humano de la tragedia: desde la carta de una cubana desesperada preguntando por su esposo desaparecido, hasta contratos firmados por mujeres isleñas que también habrían sido alistadas.
No es la primera vez que suenan estas historias. Desde agosto de 2023, jóvenes cubanos contaron que fueron engañados con promesas de trabajo en construcción en Rusia y terminaron en plena guerra. Aunque el gobierno cubano dijo que abrió procesos contra redes de trata, analistas dudan que un movimiento tan grande pudiera existir sin conocimiento de las autoridades.
Lo que está claro es que, más allá de la política, miles de cubanos están arriesgando su vida en una guerra que no es la suya, con la esperanza de un salario o la promesa de residencia en Rusia. Y la polémica apenas comienza.
