La escena fue un verdadero hervidero. Este viernes, la Embajada de Granada en La Habana amaneció rodeada de cubanos que no quisieron perder la oportunidad de postularse a una convocatoria laboral que, para muchos, suena como un boleto de escape. La oferta: contratos de un año en construcción con un salario de unos 200 dólares semanales, alojamiento, transporte y hasta los pasajes de ida y vuelta incluidos.
Según reportó el medio independiente CubaNet, la convocatoria cerraba su primera fase el 19 de septiembre, así que desde temprano una multitud se agolpó frente a la sede diplomática para entregar planillas y asegurar un espacio en las entrevistas. Era el último chance para subirse al tren de una oferta que, en comparación con lo que se gana en Cuba, parece oro puro.
La embajada, ubicada en 5ta Avenida entre 20 y 22, en el municipio Playa, detalló que las entrevistas se realizan del 18 al 24 de septiembre. Los oficios buscados: albañiles y carpinteros con experiencia. La propuesta pedía algo muy básico: un nivel mínimo de inglés y la disposición de empezar “de inmediato” una vez firmado el contrato.
El flujo de interesados fue creciendo con el paso de las horas. A media mañana la cola se hizo mucho más densa y, según testigos, entre las 10 y las 11 de la mañana aquello se convirtió en una avalancha de gente apurada por llenar la planilla antes del cierre al mediodía. No hubo selfies, ni papeleos complicados ni exigencias de títulos universitarios. Todo era simple: nombre, datos de contacto y oficio.
El perfil de los candidatos también llamó la atención. La mayoría eran hombres de entre 40 y 50 años, aunque no faltaban algunos jóvenes. Muchos llegaron directamente de sus centros de trabajo, todavía con ropa manchada de cemento o con el overol puesto, lo que dejaba claro que la experiencia práctica era el único requisito real. Entre los oficios más mencionados estaban albañiles y plomeros, la base de cualquier construcción.
Lo más atractivo de la propuesta no era solo el salario. Los beneficios incluidos hacían que valiera la pena hacer la cola bajo el sol: alojamiento cubierto durante toda la estadía, transporte garantizado, boleto aéreo de ida y regreso sin costo y todos los permisos de trabajo gestionados por la embajada. En otras palabras, un paquete cerrado que quita muchos dolores de cabeza.
La convocatoria, que se extiende por varios días, ha despertado grandes expectativas. Para muchos cubanos, representar un oficio en Granada puede ser la oportunidad de ahorrar en serio, mejorar la vida de la familia y, de paso, escapar por un tiempo de la crisis que golpea la Isla.