En Cuba, las noticias de drogas siempre generan polémica, y esta vez no fue la excepción. Una mujer fue detenida en La Habana, acusada de vender sustancias ilícitas, en un caso que vuelve a poner sobre la mesa el crecimiento del consumo de drogas sintéticas en la isla. Aunque el gobierno presume de mano dura y de penas severas, la realidad demuestra que el problema sigue ganando terreno.
La detención ocurrió en el municipio Playa, específicamente en el reparto Almendares. Según reportó el perfil oficialista El Cubano Fiel, la policía llegó directamente a la vivienda de la mujer, realizó un registro y supuestamente encontró droga en el lugar. “Dicen que la policía le cayó en la casa, le cogió droga y se la llevó presa”, afirmó la fuente en redes sociales. Como era de esperar, el caso rápidamente generó comentarios, dudas y hasta morbo en internet.
Este episodio forma parte de la cruzada estatal contra el tráfico de drogas, una campaña que intenta frenar la entrada y consumo de sustancias sintéticas. Pero, a juzgar por los hechos recientes, la ofensiva policial no logra frenar el auge de los llamados cannabinoides —conocidos popularmente como “el químico”—, drogas que han comenzado a hacerse cada vez más comunes entre los jóvenes.
El gobierno cubano insiste en que su estrategia se basa en endurecer sanciones penales, con juicios rápidos y penas ejemplarizantes. Sin embargo, el problema es que, a pesar de las condenas, tanto el consumo como la venta continúan creciendo. Para muchos, esto demuestra que la represión por sí sola no resuelve un fenómeno que está vinculado también con la crisis económica, la falta de oportunidades y el mercado negro que florece en cualquier esquina.
Y no es la primera vez que escuchamos de juicios mediáticos. La semana pasada, por ejemplo, en Holguín se celebró un proceso judicial contra varios acusados de tráfico de drogas, dentro de la llamada “Operación contra las Drogas”, que se llevó a cabo del 15 al 21 de septiembre. En este caso, la Fiscalía pidió condenas ejemplares como advertencia para el resto de la población.
Un día antes, los medios oficialistas también informaron sobre otro caso: un hombre de Jagüey Grande, Matanzas, fue procesado por delitos relacionados con las drogas y podría enfrentar hasta siete años de cárcel. La sentencia se dará a conocer en octubre, pero ya el caso fue presentado como otro ejemplo del “compromiso del Estado cubano” en su lucha contra estas sustancias.
Lo cierto es que, aunque se hable de castigos y campañas, los titulares no dejan de repetirse: nuevas detenciones, más operativos, juicios cada semana. La gran pregunta que muchos se hacen es: ¿de verdad está funcionando esta estrategia o simplemente es un parche para un problema mucho más grande?