Las noticias migratorias nunca dejan de sorprender, y esta vez los protagonistas son dos cubanos que, lejos de llevar una vida tranquila en Estados Unidos, acumulan un prontuario delictivo que terminó pasándoles factura. Se trata de Miguel Cabrera y Ernesto Rodríguez Cotilla, quienes fueron arrestados en operativos de ICE en San Diego y Nueva Orleans. Ahora, ambos esperan la decisión final que podría enviarlos de regreso… pero no necesariamente a Cuba.
Los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) anunciaron que Cabrera y Rodríguez no solo estaban indocumentados, sino que también cargaban con un pasado oscuro vinculado al tráfico de drogas y otros delitos graves. Nada que ver con la típica historia de superación que solemos escuchar de muchos migrantes cubanos.
Miguel Cabrera, de 68 años, tiene un largo expediente: transporte y venta de narcóticos, agresión y hasta vandalismo. ICE no dudó en publicar su caso en redes sociales, dejando claro que permanecerá bajo custodia hasta que un juez de inmigración decida su destino. Según la agencia, “la seguridad pública exige que reincidentes como este sean expulsados de nuestras comunidades”.
Por el lado de Nueva Orleans, el arresto de Ernesto Rodríguez Cotilla también dio de qué hablar. Su historial incluye tráfico de drogas, posesión de cocaína, robo, fraude, intrusión en propiedad privada y hasta posesión de artículos robados. Una lista que parece sacada de una serie policíaca, pero lamentablemente es real.
Estos dos nombres se suman a un creciente grupo de cubanos con historial criminal que ICE ha detenido en las últimas semanas. Algunos ya fueron deportados, otros siguen esperando, pero todos tienen algo en común: el riesgo de ser enviados a un país que no necesariamente es Cuba.
Y es que aquí entra la parte más complicada: La Habana suele negarse a recibir de vuelta a cubanos con antecedentes penales, sobre todo si emigraron antes de 2017. Eso deja a ICE con la opción de deportarlos a terceros países. Bajo la administración Trump, ya se dieron casos insólitos: cubanos enviados a lugares como Sudán del Sur, Esuatini o México.
La Corte Suprema, en junio pasado, dio luz verde para que Estados Unidos pueda deportar inmigrantes a países distintos al de origen, incluso si allí corren riesgo de violencia o tortura. Y aunque suena extremo, no es un escenario nuevo: ya varios cubanos han terminado en destinos inesperados.
De hecho, recientemente se conoció el caso de Adermis Wilson González, el mismo que secuestró un avión en 2003 desde la Isla de la Juventud. Tras meses en detención migratoria, fue deportado… pero a México, porque Cuba se negó a recibirlo.
En conclusión, los casos de Cabrera y Rodríguez son solo la punta del iceberg de un fenómeno que sigue generando debate: ¿qué hacer con los migrantes con antecedentes criminales? ICE lo tiene claro: expulsarlos. Lo que no está tan claro es hacia dónde.
