La cervecería Bucanero S.A., en Holguín, no se detiene: produce mil cervezas por minuto, moderniza su línea de envases y expande su presencia en el mercado internacional. Hasta aquí suena como un logro impresionante, ¿verdad? El detalle es que todo este empuje parece estar pensado más para llenar estanterías fuera de Cuba que para abastecer a los cubanos que viven en la isla.
Con envíos a España, México, Panamá, Venezuela y Brasil, Bucanero se posiciona como un gigante de la cerveza cubana… para el mundo. Mientras tanto, dentro del país, muchos consumidores enfrentan escasez y precios altos en tiendas y restaurantes. La paradoja es evidente: producción récord, exportaciones récord, y el público local mirando desde afuera.
Más cerveza, más exportación, menos para la gente
Este año la planta modernizó los envases: se despidió del tradicional de 355 ml para apostar por una lata de 473 ml. También se ampliaron los toneles de 30 litros para bares y hoteles. Todo esto bajo la consigna de “profesionalizar la marca”, pero de nuevo, el foco está en el turista y el comercio internacional. Mientras el extranjero brinda con Bucanero helada, el cubano promedio sigue lidiando con las limitaciones del mercado interno.
Automatización y control… con prioridades discutibles
Bucanero presume procesos automatizados que ahorran agua, energía y dióxido de carbono. Suena bien, ¿pero a quién beneficia realmente? La planta optimiza recursos, sí, pero la administración cubana prioriza las exportaciones y las divisas, dejando en segundo plano al consumidor nacional. La cerveza, ese placer cotidiano, se transforma en un producto de lujo para el extranjero mientras adentro escasea.
Energía y logística: soluciones para la exportación
La planta ha invertido en grupos electrógenos y paneles solares para no frenar la producción por apagones. También sustituyó tuberías y mejoró bombeo de agua. Todo esto no es para garantizar que la cerveza llegue a cada barrio de Cuba; es para asegurar que las exportaciones no se detengan y que los dólares sigan entrando al país.
Talento cubano, exportado o ignorado
El éxodo de profesionales es otro dolor de cabeza. Bucanero busca captar jóvenes talentos y formar técnicos para sostener su producción internacional. Mientras tanto, la capacidad local de distribución sigue limitada. La prioridad es clara: producir para afuera, no para adentro.
Cierre: récords para el mundo, pero no para el cubano
Con estas inversiones, la planta superó en 100 mil hectolitros la meta del año pasado. Pero el brindis de celebración no es para todos los cubanos. Bucanero está consolidando mercados internacionales y protegiendo la cadena de suministro… mientras en la isla, la cerveza sigue siendo más un lujo que una bebida cotidiana.