En Cuba, las noticias extrañas y dolorosas no paran, y esta vez el foco está en Las Tunas. Quince hombres, acusados de minería ilegal, llevan ya más de un mes y 20 días presos, incomunicados y sin cargos oficiales. Sí, como lo lees: ni juicio, ni explicación, ni derecho a defenderse. Están desaparecidos dentro del propio sistema.
Todo comenzó el 31 de julio de 2025, cuando estos hombres fueron detenidos en una mina de oro ubicada en el municipio de Jobabo. Según denuncian los familiares en el perfil de Facebook La Tijera, desde ese día los trasladaron primero a Instrucción en Las Tunas y después, el 11 de agosto, al conocido penal Típico Nuevo. Desde entonces, silencio absoluto.
Entre los detenidos figuran nombres como Dannier Alejandro Ballagas Tejedas, un joven de 23 años de Camagüey, y Eddys Escriba Figueredo, de 49 años, residente en Jobabo. Las familias están desesperadas. Muchas de sus esposas acaban de dar a luz y ni siquiera se les ha permitido registrar a los recién nacidos. Imagínate lo duro que debe ser dar vida a un hijo mientras el padre está desaparecido por las autoridades.
La esposa de Ballagas, embarazada de seis meses, contó que está agotada y angustiada: “Estamos sin información, sin saber qué va a pasar. Necesitamos que se sepa lo que está pasando”. Sus palabras son un grito desesperado de una familia que, como muchas en Cuba, solo pide claridad y justicia.
Pero aquí no termina el drama. Los familiares señalan que, mientras estos hombres están tras las rejas, en las minas sigue operando libremente el hermano del jefe de la Policía de Jobabo, conocido como Vivi. Según ellos, este hombre trabaja “impunemente” sin que nadie lo toque, lo que levanta serias sospechas de favoritismo y corrupción.
Una de las mujeres afectadas lo dejó claro en redes sociales: “Es verdad que eso es ilegal, pero ellos estaban trabajando para mejorar un poquito más. Lo que molesta es que llevan un mes y 20 días presos y no dicen nada, mientras a otros ni los tocan”. Palabras que reflejan frustración, impotencia y la doble moral que tanto caracteriza estos casos.
Y ojo, que este no es un hecho aislado. En agosto, un campesino de la zona fue sorprendido con un tromber (un molino artesanal para procesar oro), y en marzo, también en Jobabo, cayeron ocho personas más por tráfico ilegal de polvo de oro. La minería clandestina en Las Tunas no es nueva, pero las denuncias sobre selectividad en las detenciones y abuso de poder ponen en tela de juicio la versión oficial de “justicia”.
Mientras tanto, las familias siguen esperando respuestas. Lo cierto es que, detrás de cada preso, hay una madre, una esposa y unos hijos que cargan con la desesperanza y el silencio de un sistema que nunca da la cara.