Siete años después de sobrevivir al accidente aéreo más mortal de Cuba en décadas, Mailén Díaz Almaguer abre un nuevo capítulo en su vida: comienza sus estudios en la Licenciatura de Teología en el Seminario Metodista de La Habana. Una historia de resiliencia que demuestra que incluso tras la peor tragedia, la vida puede renacer.
La joven, única sobreviviente de aquel accidente de mayo de 2018, compartió en Facebook su emoción y gratitud. “Ha sido un gran privilegio comenzar la carrera de Licenciatura en Teología. ¡A Dios sea la gloria! Fueron días de esfuerzo, apartados para aprender más de Dios. Agradecida con Él por todas las personas que hicieron posible esto. Ha sido solo el comienzo”, escribió.
Para Mailén, la decisión no fue casual. Recordó que durante un culto, un obispo le dijo algo que marcó su camino: aunque no tuviera ministerio ni llamado pastoral, tenía algo igual de valioso: un sueño. Y ese sueño la ha llevado desde la tragedia hacia la fe y la formación espiritual.

Un camino de fe tras la tragedia
El 18 de mayo de 2018, Mailén viajaba con su esposo rumbo a Holguín cuando el avión se estrelló minutos después de despegar de La Habana. De los 113 ocupantes, solo ella sobrevivió. El accidente le dejó secuelas físicas importantes: perdió parte de una pierna y quedó paralizada de ambas. Sin embargo, desde entonces ha vivido un proceso de recuperación que califica como un “milagro de Dios”.
Su acercamiento a la fe cristiana se consolidó tras el accidente, y hoy forma parte activa de la comunidad metodista en la capital. Estudiar Teología es ahora la manera de dar sentido a su historia y convertirla en testimonio de esperanza.
Entre Psicología y Teología
Antes del accidente, Mailén estudiaba Enfermería, pero tuvo que interrumpirlo. En 2021 comenzó estudios de Psicología, motivada por los profesionales que la ayudaron en su recuperación. Siempre ha dejado claro que ninguna carrera le fue regalada, sino que se ha abierto paso por mérito propio.
Con el tiempo, y en medio de limitaciones físicas, la fe se volvió su motor. Ahora inicia la Licenciatura en Teología, convencida de que su experiencia puede inspirar a otros.
La vida después del accidente
Mailén ha enfrentado obstáculos enormes: falta de medicamentos básicos, insumos para su cuidado y dificultades para su rehabilitación. “No estoy viviendo la dulce vida, yo también paso trabajo como todo el mundo”, ha dicho, dejando claro que su camino no ha sido fácil.
Aun así, ha recibido apoyo de cubanos dentro y fuera de la isla, incluido el humorista Andy Vázquez, que ayudó a enviar insumos médicos desde Miami. Mailén aprendió a conducir, se rehabilita en el CIREN y, en 2021, logró subirse nuevamente a un avión, rompiendo el miedo que la acompañaba desde la tragedia.
Símbolo de resiliencia
Hoy, al comenzar su formación teológica, Mailén Díaz Almaguer demuestra que la fe, la fuerza de voluntad y el deseo de servir a otros pueden surgir incluso en medio del dolor más profundo. Su historia es una lección de superación y esperanza que inspira a todos los que la conocen.







