La comunidad habanera de La Güinera está de luto tras confirmarse la trágica muerte de Daily Acosta, una joven madre de dos niñas pequeñas que había sido reportada como desaparecida durante dos largos días de incertidumbre.
Su cuerpo apareció en las inmediaciones del Parque Lenin, un lugar que en otro tiempo pretendió ser símbolo de recreación para las familias, pero que hoy es testigo del deterioro social y la inseguridad que consume a la isla. Fueron sus propios vecinos y familiares, no las autoridades, quienes a través de las redes sociales se movilizaron en una búsqueda desesperada con la esperanza de encontrarla con vida.
Mientras duraba la angustia, su pareja, Lázaro Ambert, publicó en Facebook un mensaje cargado de dolor y desesperación: “Dónde estás mi take, te extraño… vuelve que yo estoy aquí como siempre para dar el pecho por ti… no voy a dejar de buscarte aunque me vuelva loco en el intento, para mí vale la pena… te amo, vuelve mi sol”. Palabras que hoy duelen más, porque la realidad rompió en pedazos cualquier esperanza.
La noticia ha estremecido a La Güinera, un barrio marcado por la pobreza, la marginalidad y el olvido de las autoridades. Allí, donde la gente sobrevive como puede, el crimen y la violencia se han vuelto parte del día a día, mientras el régimen sigue ocupado en su propaganda, mirando para otro lado.
Vecinos y allegados exigen justicia y transparencia, porque la muerte de Daily no puede quedar enterrada en el silencio ni convertida en otra estadística sin nombre. Sus dos hijas quedan huérfanas en un país donde el dolor de las familias no importa y donde las instituciones, en lugar de proteger a los ciudadanos, solo se movilizan cuando se trata de defender los intereses del poder.