Hay momentos que parten la vida en dos y hacen que todo cambie de golpe. Eso fue exactamente lo que vivió Carlon TCrecord Liria, líder de la orquesta Marlon y La 9na, cuando su moto explotó en plena calle habanera. Lo que pudo haber sido una tragedia terminó en un milagro. “Volví a nacer hoy”, escribió en Facebook, dejando a sus seguidores con el corazón encogido.
En su publicación, Carlon compartió imágenes del vehículo envuelto en llamas, completamente destruido. Según relató, un amigo —Damián “El Gallego”— fue quien le salvó la vida al avisarle segundos antes de la explosión. “Doy gracias a Dios y a Damián que me avisó antes que explotara la moto. Me bajé y a los segundos explotó”, escribió con emoción. La escena, digna de película, dejó claro que estuvo a un paso de la muerte.
Las fotos que acompañan su post muestran el desastre total: la moto calcinada, convertida en chatarra. “La moto quedó en muy mal estado”, lamentó el artista. Sin embargo, a pesar de las pérdidas materiales, el cantante salió ileso y con un mensaje poderoso para sus seguidores: la vida es frágil y se debe valorar cada segundo.
Carlon aprovechó para pedir apoyo, aunque dejó claro que no se trata de caridad sino de solidaridad. “No pido miseria, pido cariño”, escribió, dando a entender que más que dinero necesita respaldo moral y emocional para salir adelante después del susto. En un país donde cada bien cuesta sudor y lágrimas, perder un vehículo es un golpe duro, pero perder la vida es infinitamente peor.
En el mismo mensaje, el músico se mostró reflexivo y transparente sobre el momento que atraviesa. “La vida es un conteo regresivo”, afirmó, adelantando que comenzará a publicar los nombres de quienes lo han apoyado en los momentos difíciles. “Ahora sabré si he hecho bien en la vida, sabré si tengo verdaderos amigos. No pido miseria, pido cariño”.
Para cerrar, dejó un mensaje que caló hondo en sus fans: “Si un día muero, no me lloren, quiéranme en vida”. Un recordatorio que, tras el accidente, cobra aún más sentido. Carlon TCrecord Liria no solo sobrevivió a una explosión; también convirtió su experiencia en un llamado a vivir con gratitud y rodeado de afecto real.
