Hay momentos que trascienden lo cotidiano y tocan lo más profundo del corazón. Eso fue lo que vivieron dos cubanos al cumplir una promesa en el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba, la casa de la Patrona de la Isla. Vestidos de amarillo y con ramos de girasoles en las manos, la pareja subió las escalinatas del templo como señal de gratitud y fe, un gesto que emocionó tanto a quienes lo presenciaron como a miles que luego lo vieron en redes sociales.
El momento quedó registrado en TikTok, donde el video rápidamente empezó a circular. En las imágenes se ve a la pareja caminar con solemnidad y devoción, entregando cada paso como si fuera una oración. Junto al clip, escribieron unas palabras que resumen la esencia de la experiencia: “Gracias madre mía, gracias por tus bendiciones y las de mi Dios que nunca nos falten. Gracias”. Una frase sencilla, pero cargada de esa espiritualidad que acompaña a generaciones de cubanos.
La Virgen de la Caridad del Cobre, más que una figura religiosa, es un símbolo de identidad nacional. En ella confluyen la fe católica y las tradiciones de la santería, donde se sincretiza con Ochún, la orisha del amor y los ríos. Por eso no sorprende que cada año miles de peregrinos acudan al santuario, muchos vestidos de amarillo y llevando girasoles, para pedir salud, prosperidad y protección.
Lo particular de esta escena es que nos recuerda que, a pesar de las dificultades diarias, la devoción sigue siendo un motor de esperanza. Cumplir una promesa no es solo un acto religioso, sino también un testimonio de agradecimiento y confianza en que la fe puede sostenernos en los momentos más duros.
La tradición de peregrinar al Cobre se mantiene viva con el paso de los años. Hay quienes llegan desde otras provincias caminando, otros cargando fotos de familiares enfermos o cartas con súplicas personales. Y también están los que, como esta pareja, llegan con flores y el corazón lleno de gratitud.
El video de la visita no tardó en hacerse viral, generando una ola de comentarios de cubanos dentro y fuera del país. Muchos compartieron recuerdos de sus propias promesas cumplidas, otros dejaron mensajes de fe y unidad. Porque si algo logra la Virgen del Cobre es eso: unir a todo un pueblo en torno a un mismo sentimiento, el de creer y esperar en tiempos difíciles.